Cierra un año, el siguiente alza el telón. Tiempo de hacer balances y de mirar al futuro. 2017 tiene luces y sombras, como todo en esta vida. Para el Málaga comenzó con cambio de entrenador y el fantasma del descenso muy cercano. Llegó Míchel y los goles de Sandro salvaron al equipo. Buen fútbol, ilusión y ventas dolorosas, el ciclo natural -por desgracia- de las cosas en Martiricos. Verano complicado, enfrentamientos, errores y... otra vez en el filo de la navaja, pero más al filo que nunca.
En el Unicaja la cosa tampoco parecía funcionar, pero llegó el título de la Eurocup, conseguido con una épica que reenganchó a mucha gente al baloncesto. Además, el premio de volver a la Euroliga. Pero otra vez se desmanteló medio equipo porque así lo quiso el técnico y vuelta a empezar. Cierra 2017 con la Copa del Rey en peligro.
Así que toca subirse al tren de los deseos. Doce, como los meses, como las uvas. Ahí va cada uno en la galería inferior.