¿Dónde jugarán tras sus ascensos el Malagueño y el Femenino?

Sólo han pasado unas horas desde los ascensos del Atlético Malagueño y del Málaga CF Femenino, pero en el club, y a pesar de la parálisis reinante en el primer equipo, se analizan algunas consecuencias que traen consigo las subidas de categorías de ambos equipos. Una de ellas es el lugar en el que jugarán sus partidos la campaña que viene. Y, según las fuentes consultadas, todo apunta a que seguirán siendo las mismas sedes, el Campo de la Federación Malagueña para el filial y la Ciudad Deportiva de Cártama para el Femenino.

Ambas decisiones están aún por confirmar, y en el caso del Malagueño también influirá la opinión del entrenador del primer equipo, puesto que no se descarta poder emplear el estadio de La Rosaleda. Así, y aunque esta campaña no hay parones de selecciones y no habrá por tanto descansos para el césped, la opción sería factible y ya se llevó a cabo hace unos años cuando Antonio Tapia, ahora director de La Academia, era el técnico. Sin embargo, lo más probable es que se continúe en la Federación, que tiene limitaciones de capacidad, pero que en principio cumple con las exigencias de la categoría, aunque tendría que someterse a pequeñas modificaciones de luminosidad, adecuación del aforo con asientos o habilitación de una sala de prensa.
Todo eso mientras finaliza la construcción de la primera fase de la Ciudad Deportiva de Arraijanal, que incluye el campo principal de césped natural y la grada con capacidad para 1.000 espectadores, y que estaba prevista inicialmente para principios del año que viene (está por ver si se cumplen los plazos). De este modo, también seguirá a la espera el Málaga Femenino, que se ha trasladado con éxito esta campaña a la Ciudad Deportiva de Cártama. Las instalaciones son valoradas positivamente por las integrantes del equipo blanquiazul pese a que están algo lejos de la capital y a que no disponen de gimnasio o cafetería. El único escollo que puede surgir es que la Liga Iberdrola exija jugar en césped natural, supuesto que obligaría a buscar otras alternativas.