Rubén Baraja es la primera opción de Caminero para el banquillo del Málaga. La eliminación del Sporting de Gijón en el play off de ascenso a Primera a costa del Valladolid puede allanar el terreno para su salida. El técnico tiene contrato hasta 2019 con el club asturiano, pero en la rueda de prensa posterior al encuentro de este domingo dejó su futuro en el aire.
"No es un día para hablar de futuro. Lo único que puedo decir es que tengo contrato con el Sporting. Analizaremos todas las cosas, hablaremos con el club, valoraremos lo que hay que valorar. Me quedo con lo positivo de hoy. Quiero dar las gracias a la afición por cómo se ha portado. El Molinón es fundamental y debe serlo para el futuro. Creo que si se hacen las cosas con clama, el Sporting estará en Primera por potencial, por la grandeza que tiene el club", dijo el entrenador.
Si Baraja quiere hacerse cargo del banquillo del Málaga deberá llegar a un acuerdo para rescindir su contrato con el Sporting, que tampoco está claro que quiera apostar por él para la próxima temporada. El técnico insistió en que no era momento para hablar de futuro, pero su discurso no parece el de un entrenador con contrato convencido de seguir dirigiendo al equipo rojiblanco: "No es momento de hablar de futuro. Hablo de la realidad que tengo. Ha sido una temporada magnífica en cuanto a lo que he aprendido. Llegué y estábamos décimos, nadie creía en el equipo y estuvimos en puestos de ascenso directo. Hemos vuelto a ilusionar a una afición que estaba desiluisonada. Noto mucho cariño de la gente y mucho afecto a mi trabajo. Lo que pase mañana no lo sé, doy las gracias por lo que he sentido estos meses".
"Me siento afortunado de haber sido entrenador del Sporting. Hay tiempo de sobra para hablar de futuro. Yo estaré en el Sporting si el Sporting quiere que esté. Tengo contrato pero soy una persona de convicciones. Creo que hemos hecho un trabajo muy importante y hoy estoy decepcionado, pero tengo que hablar con el club y analizar las cosas con tranquilidad", finalizó.