Aunque aún faltan dos equipos que completen la Segunda para la temporada 2018/2019, el Málaga ya conoce a 19 rivales fijos y el cartel que se presenta es notable. La dificultad para ascender también. El conjunto blanquiazul competirá con numerosos equipos históricos cuyo hábitat natural bien podría ser la máxima categoría del fútbol español.
A la espera de lo que hagan Cartagena, Extremadura, Elche y Villarreal B (que siguen compitiendo por ascender a la categoría de plata), el Málaga sabe que deberá medirse a equipos como el Zaragoza (campeón de Copa o Recopa), el Deportivo (campeón de Liga y Copa), o el Mallorca (también campeón de Copa), que ha recuperado la categoría tras su paso por la Segunda B. Aunque viven horas bajas, han sido clubes fijos en Primera durante muchos años.
Las Palmas, Tenerife, Sporting, Oviedo, Granada, Osasuna o Cádiz son también equipos que han militado durante numerosas campañas en la élite del fútbol profesional y que buscarán, junto al Málaga, regresar a Primera para codearse de nuevo con los mejores. Por otro lado, habrá un grupo con menos peso en la categoría como el Lugo, el Reus o el Rayo Majadahonda, recién ascendido y que jugará por primera vez en su historia en Segunda.
La dificultad será máxima en una competición que se hace enormemente larga y en la que nada está asegurado. El Zaragoza es claro ejemplo de ello. Cinco años acumula de forma consecutiva en Segunda y este pasado curso ha estado muy cerca de ascender tras iniciar la campaña rematadamente mal. Llegar con vida al tramo final de curso es vital. Prueba de ello es el ascenso del Valladolid, que era undécimo cuando lo cogió Sergio González en abril y ha acabado ascenciendo.
Todo cuenta en Segunda y la cercanía de los rivales andaluces es también un factor a tener en cuenta. Granada, Cádiz, Almería y Córdoba se verán las caras ante el Málaga. Es decir, ocho de los 42 partidos se disputarán en Andalucía.