LaLiga 1|2|3 ha empezado con un nivel de exigencia altísimo. Los equipos que ocupan la zona alta de la clasificación de Segunda acumulan un promedio de puntos inusual y excesivamente alto transcurridas las seis primeras jornadas de la competición. El Málaga, con cinco victorias en seis partidos, lo que supone un comienzo brillante, sólo tiene un punto de ventaja sobre el segundo (Las Palmas) y tres sobre el tercero (Albacete), puesto que no concede el ascenso directo. Tras los manchegos, que suman 12 puntos, se sitúan Granada, Alcorcón y Deportivo con 11, a cuatro del liderato.
Si los equipos de arriba mantuviesen este promedio de puntos durante toda la temporada, algo que parece dificilísimo, los puestos de play off de ascenso exigirían una suma de 77 o más puntos. Números que en las temporadas precedentes no sólo eran sinónimo de play off, sino de ascenso directo. La pasada temporada, Rayo Vallecano y Huesca ascendieron con 76 y 75 puntos, respectivamente. Y el Numancia se coló en el play off con 65 puntos. Tras la jornada 6, Sporting, Numancia y Cádiz lideraban la tabla con 11 puntos, cuatro menos de los que suma el Málaga a día de hoy.
En la campaña 2016-17, el Girona ascendió de forma directa a Primera División con 70 puntos y el sexto clasificado, el Huesca, acabó la jornada 42 con 63 puntos. Un año antes, el corte para meterse en play off se cifró en los 64 puntos y se subió a Primera con 74.
Así las cosas, y vistos los registros de temporadas anteriores, es de suponer que los promedios de puntos obtenidos por los equipos que ocupan las primeras posiciones descenderán de forma notable. De lo contrario, los clubes que quieran estar el próximo verano en la máxima categoría deberán rubricar un año de ensueño y lograr un bagaje de puntos inusual e histórico en la división de plata del fútbol español.