El Málaga suma y sigue
Tablas en Riazor. Partido feo, pero emocionante. La primera mitad fue para los locales, pero el Málaga despertó en el segundo tiempo. Se puso por delante gracias a otra acción que nació en un saque de banda de Luis Hernández, pero el Dépor logró la igualada cuando peor estaba. Los de Muñiz pudieron ganar y se irán con esa sensación, pero analizando todo el encuentro el punto es muy valioso. El Málaga va a seguir siendo líder y mantiene la distancia con un Deportivo que deja escapar los dos primeros puntos en Riazor.
El encuentro arrancó con un despiste grave del Málaga que casi cuesta el 1-0. De hecho, todavía es difícil explicar cómo falló Quique González esa clamorosa ocasión en boca de gol tras una buena internada por la derecha de David Simón. No es habitual que pillen al Málaga de Muñiz con esa facilidad, y volvió a ocurrir en el minuto 10 tras una pérdida de Juanpi. El Dépor montó bien la contra, pero el disparo final de Carles Gil desde la frontal se marchó ligeramente desviado.
El encuentro transcurría por el guion esperado. La posesión era de los locales, algo que no suele incomodar en demasía al conjunto blanquiazul si el rival no crea peligro. El problema es que el Málaga, cuando recuperaba el esférico, apenas le daba continuidad al juego y perdía el balón con demasiada facilidad, de ahí que el Dépor se fuera creciendo.
No será recordado el primer tiempo de Riazor, ni por fútbol, ni por espectáculo. Se palpaba el respeto entre el líder y el quinto clasificado, dos claros aspirantes al ascenso. Eso sí, el que propuso algo más en los primeros 45 fue el Dépor, al menos en lo que se refiere a ganas y empuje. En el 36' pudo adelantarse el equipo gallego. Pablo Marí recogió un rechace en el área blanquiazul, pero su disparo se marchó muy alto. A los puntos, la primera parte fue para un Deportivo más ambicioso. Pero esto es fútbol, y el electrónico no se movió antes del paso por los vestuarios.
Un segundo tiempo muy diferente
Muñiz movió el banquillo en el descanso. Sentó a Juanpi, desafortunado y con amarilla desde el minuto 29, para dar entrada a un Dani Pacheco que se colocó en la banda izquierda para que Ontiveros pasara al costado derecho. Arrancó mejor el Málaga, que muy pronto obtuvo un botín quizás hasta inmerecido por lo visto sobre el césped. Pero no es casualidad lo que ocurrió en Riazor. La seña de identidad de este equipo es conceder lo mínimo y aprovechar sus ocasiones, hasta las que surgen de los saques de banda... Otra catapulta de Luis Hernández propició el primer tanto del equipo blanquiazul, obra de N'Diaye. Peinó en primera instancia Pau Torres para Adrián, que consiguió sacar un duro disparo que rechazó Dani Giménez. El balón le cayó a la altura del punto de penalti al franco-senegalés, cuyo disparo entró llorando en la portería deportivista tras tocar en un defensa local.
Mejoró el Málaga tras el tanto, pero el Dépor pagó con la misma moneda en el 75'. Una buena jugada ensayada acabó en el empate de Carlos Fernández, que remató en el área pequeña un buen balón de Álex Bergantiños. Parecía que el Málaga iba a sufrir en los últimos minutos, pero la expulsión de Quique González dio aire al cuadro malaguista. El delantero le dio una patada en la cabeza a Luis Hernández en un intento de chilena y el colegiado, Díaz de Mera, no dudó en sacarle la roja directa.
Se calentó y se abrió el partido a raíz de esa acción, y el Málaga pudo adelantarse poco después, en el 81'. La tuvo Harper, que hizo un muy buen primer recorte, pero en lugar de disparar intentó rizar el rizo y Dani Giménez le achicó bien para salvar a los suyos. Apretó hasta el final el Málaga ante un Dépor en inferioridad numérica, pero sin fortuna. El conjunto dirigido por Muñiz se trae de A Coruña un valioso punto en un duelo muy igualado, un empate que puede saber a poco por cómo fue el devenir del encuentro, pero que en frío sabrá a gloria. Y es que no parece que el Dépor vaya a dejar escapar muchos puntos de Riazor esta temporada...