El Málaga-Numancia de este lunes era especial. No tanto por lo deportivo, porque queda mucha temporada aunque los tres puntos servían al Málaga para seguir en lo más alto de la clasificación de LaLiga 1|2|3. Pero sí por el hecho de que la taquilla fuera donada íntegramente a los damnificados por las graves inundaciones de la semana pasada en el interior de la provincia, una catástrofe que se llevó por delante la vida del bombero José Gil, por el que se guardó un emotivo minuto de silencio este lunes en La Rosaleda.
Le siguió una gran ovación del respetable a una persona que se dejó la vida en Campillos por intentar ayudar a los demás. El club no quiso permanecer ajeno al desastre acontecido en varios municipios malagueños y, además de donar la recaudación de la taquilla y poner a disposición de todo el que quiera un número de cuenta para apoyar dicha causa, los jugadores lucieron camisetas de apoyo a los pueblos que más sufrieron los efectos de las inundaciones.