Aunque consciente de la delicada situación, Xavi Bartolo se muestra convencido que lo mejor era disputar el partido con el Málaga. "Si alguno pensaba que era el final del principio del Reus estoy contento de que se juegue el partido. Si hay que jugarlo, se juega. Veía raro que la Federación suspendiera el partido. Aunque quizás ahora es el momento más grave y más crítico", decía en primera instancia el entrenador del Reus, que se mostraba sincero en una larga comparecencia donde analiza el futuro a corto plazo del club catalán, que si recibió algunas sanciones de LaLiga Santander.
"A nivel personal no era demasiado partidario de suspender porque traía detrás un trasfondo que intuía que la intención principal hiciese que desapareciese el Reus. Quiero que continúe compitiendo lo máximo posible, en unas condiciones mejores de las que estamos. Mi postura personal es que el partido se disputara", explicaba el técnico, que profundizaba en la reflexión: "Tenía convencimiento porque la Federación tenía la última palabra, nuestra situación siendo más grave que al principio de temporada, no es muy diferente. Hemos, entrecomillas, adulterado la competición porque no hemos competido en las mismas condiciones. Cuando fuimos a jugar a Las Palmas tuvimos casi las mismas licencias que tenemos ahora. Preveía que la Federación no iba a ser partidaria de la suspensión. Si detrás de esto había algún tipo de intención de que después desapareciese la entidad, yo no la compartiría en absoluto".
Bartolo conoce las limitaciones de su equipo. "Estoy contento de que se dispute el partido, sabiendo que vamos a competir en inferioridad de condiciones como hasta ahora. Lo hemos preparado con la mayor rigurosidad posible para competir con los mínimas garantías posibles dentro del fútbol profesional. Trabajamos para que sea así hasta que sea posible", comentaba el catalán, que piropeaba a los de Muñiz: "El partido es extraño. Vamos a un estadio imponente, contra un equipo que viene de Primera División. Un equipo difícil de derrotar, pero lo afrontamos con la intención de ganar".
Como él mismo reconoció, esta semana también ha tenido que ejercer de psicólogo. "Hay jugadores que han estado en consonancia con la AFE y algunos prefieren no jugar. He hablado con ellos uno a uno, la respuesta tiene que ser competir", aseguraba Bartolo, que aún así es realista: "No sé si el proyecto tendrá una, dos ó 23 jornadas más. No voy a engañar a nadie".
Con cabeza, pero el técnico rojinegro prefiere mirar hacia adelante. "Presentaremos el mejor equipo posible, sin miedo, con intención de ser protagonistas", explicaba el entrenador, que hablaba de la convocatoria: "Tenemos un número de fichas muy limitado, todavía no disponemos de Yoda. El resto serán jugadores del filial hasta completar la convocatoria".
En La Rosaleda estarán Olmo y Querol, los últimos en denunciar y que quedarán libres la próxima semana si el club no le paga las nóminas adeudadas. "Están a disposición. Están preocupados por lo que ha pasado esta semana con sus compañeros. Su intención es quedarse aquí", reconocía Bartolo, que volvía a sincerarse: "Puede pasar de todo. El margen de maniobra cada vez se ha reducido más. En el terreno deportivo tenemos 17 puntos, a 2 de la salvación, estamos cerca y no podemos tirar la toalla. Será difícil competir si no se arregla la situación extradeportiva".
"Veo un recorrido corto a la situación. No tenemos capacidad para competir hasta la jornada 42 en las condiciones actuales", decía para terminar con un mensaje positivo: "Es mi obligación como responsable de la parcela deportiva seguir siendo optimista y seguir creyendo. Hasta que no vea la puerta cerrada seguiré creyendo".