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Antonio Hidalgo: “Volvería a Málaga de cualquier manera”

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D. Marín / Luis G. Díaz / J. Liaño

Tiene un pacto sin agujas con el reloj. Conserva hasta la perilla tan característica que popularizó David Villa en su día. Tampoco ha cambiado de aspecto y talante, con un garbo más canarión que catalán. Antonio Hidalgo ha vuelto a La Rosaleda, aquel envase al que él añadió élite con sus dos goles al Tenerife, y ha destapado la caja de los recuerdos amontonados de su mejor etapa profesional. Han pasado casi once años. Ahora es entrenador del Sabadell tras un interín formativo y exitoso en Chipre, donde sus hijos terminan el curso escolar antes de volver a Barcelona. Uno de ellos nació en Málaga. Sólo le faltó escribir un libro al héroe del último ascenso, que rememora con ElDesmarque algunos pasajes de aquellos tres años escalonados en un descenso, en una permanencia y en un feliz regreso a Primera que abrió una nueva era en el club.

- Se le deben agolpar muchísimos recuerdos al pisar este estadio.

Sí, hacía ya unos cuantos años que no aparecía por aquí. Ver el estadio, encontrarme con gente con la que disfruté mucho, gente del vestuario, de las oficinas, a todos vosotros... El cariño ese que veo me hace muy feliz. Hacía demasiado tiempo que no aparecía, unos ocho o diez años, y prometo no faltar tanto. Málaga está muy cambiada para bien.

-La Rosaleda también. 

Sí, está muy cambiada, los asientos, por dentro, el vestuario... El club ha crecido muchísimo, ahora por desgracia estamos otra vez en Segunda, esperemos que este año podamos volver a donde se merece estar el Málaga.

-Descenso, permanencia y ascenso. Qué tres años. 

Fueron un sube y baja continuo, con muchísimos problemas extradeportivos, con mucha gente humilde que tiró del carro desde el primer momento. Gracias a Dios en el partido ante el Tenerife pudimos conseguir la categoría (ascenso) y eso supuso diez años del Málaga en Primera, Champions y todo lo que vino después. Eso es un orgullo.

Antonio Hidalgo, en La Rosaleda durante la entrevista.

-Marcó su primer gol en Primera con el Málaga en San Mamés, el de la permanencia ante el Cádiz y el del ascenso. ¿Con cuál se quedaría?

Son tres goles muy importantes. El primero es más personal porque era mi primer gol con la camiseta del Málaga y mi primer tanto en Primera. El del Cádiz, si echamos la vista atrás, seguramente sea el que tenga más trascendencia en cuanto a lo que podía haber sido. Era un momento muy crítico de la entidad, vino Muñiz, estábamos en descenso, el día del Vecindario perdiendo 0-2 en casa al descanso... Uno no se quiere imaginar lo que hubiera pasado con un hipotético descenso. El del Tenerife es el éxtasis, en casa, con tu gente, el estadio lleno, y meter los dos goles del ascenso, no había mejor final feliz que ese.

-Se habla mucho de lo que era ese vestuario, casi como una familia. Uno de los secretos podía ser ese. 

Seguro. Todo ese grupo tenía muchísimo hambre de hacer cosas. Los que estábamos del año anterior sabíamos que estábamos un poco en deuda con todo el mundo por los años que veníamos haciendo. Se acertó mucho en la gente que vino: Weligton, Hélder Rosario, Rossato, Paulo Jorge... Extranjeros que se pusieron desde el primer día el mono de trabajo, sintieron el equipo como suyo. Weligton al final ha sido un emblema aquí. No ha habido mayor satisfacción para mí que ver a Weligton o a Jesús Gámez jugando la Champions, fue muy bonito.

“No ha habido mayor satisfacción para mí que ver a Weligton o a Jesús Gámez jugando la Champions, fue muy bonito”

-¿Mantienen el contacto? 

Con varios sí. La distancia hace todo muy difícil, pero sigo en contacto con Nabil Baha (coincidió también con él en el Sabadell), con Jesús Gámez, con Iñaki Goitia, con Santi Carpintero, con Javi Calleja. Son personas con las que he compartido muchísimo. Igualmente, si viese ahora a Hélder, a Rossato o a cualquiera es como si no hubiese pasado el tiempo.

-¿Qué le dio el Málaga que no le dio ningún otro equipo?

Me pilló en plena madurez, fueron momentos difíciles, pero en esas situaciones se confió mucho en mí. Cuando ves toda esa confianza depositada en ti te llenas de responsabilidad, intentas tirar del carro todo lo que puedes. También se junta que fue mi mejor época como futbolista, saqué todo mi rendimiento.

-¿Le ha dado muchas vueltas a su marcha del Málaga?

Sí, es indudable. Vi que me había equivocado muy pronto. Volví un día a La Rosaleda, seis meses después y un tal Alberto (Sánchez, que le acompaña en la entrevista) me hizo una entrevista, me puso los goles del ascenso y se me escaparon las lágrimas. Pero también te digo una cosa, en la vida tienes que tomar decisiones, ahora a toro pasado todo es muy sencillo, pero no lo era tanto como parece. Muñiz no seguía, había incertidumbre... Al final, está claro que no fue la mejor opción.

“Vi que me había equivocado muy pronto al marcharme. Ahora a toro pasado todo es muy sencillo, pero al final está claro que no fue la mejor opción”

-A los que se marchan y conocen Málaga y el club la puerta siempre se le queda entreabierta, ¿le gustaría volver a abrirla?

Yo volvería a Málaga de cualquier manera. Tengo mi casa, mi hijo es malagueño. Volvería a la ciudad a vivir, no encuentro sitio mejor. Uno es de un sitio, pero yo siempre digo como que se vive aquí en Málaga no se vive en ningún lado.

- Aquí tiene la camiseta del ascenso (se la entregamos, vídeo inferior). ¿Qué siente, la tiene guardada?

Todas están, de eso se encarga mi padre y mi hermano. Ahora la veo diferente, han cambiado los colores, pero para gustos... (risas). La ves y sientes que ya no te la puedes poner nunca más, se me ha pasado el arroz. Son recuerdos imborrables.

El '8' de Adrián. Mucha gente le compara, ¿qué le parece?

Estuve hablando con él, un futbolista muy parecido a mis características, llegador, con gol, un tío muy válido, muy responsable, que tira del carro, al que le dan palos, como a todos, pero sigue y sabe dónde está en cada momento. Son gente que tienes que tener en un vestuario y me alegra que esté haciendo el año que está haciendo.

"Adrián es un futbolista muy parecido a mis características, llegador, con gol, un tío muy válido, muy responsable, que tira del carro. Son gente que tienes que tener en un vestuario y me alegra que esté haciendo el año que está haciendo"

-Once años después, el Málaga vuelve a pelear por el ascenso. Supongo que seguirá al equipo, ¿cómo lo está viendo?

Sí, hoy en día seguir la actualidad es fácil y lo hago. Ha sido difícil, con unas expectativas muy grandes desde el principio para conseguir el ascenso directo desde el primer día. No es fácil, hay mucha igualdad en la categoría. Pero el equipo está muy bien anímicamente, está haciendo un fútbol muy alegre. Con Víctor, lo que más destacaría es que el equipo ha recuperado alegría, se siente cómodo, sabe lo que se juega y lo difícil que va a ser, además de esa comunión con la grada, que es muy importante.

“Muñiz ha puesto las bases de este proyecto, y con Víctor el equipo ha recuperado alegría, se siente cómodo y sabe lo que se juega”

-Conoce bien a Muñiz. ¿Qué pudo pasar para que se diera ese cambio de entrenador?

Si no estás en el día a día es difícil opinar. Desde fuera, cuando no se consigue el resultado el entrenador es el eslabón más débil. Pero hay que destacar lo que ha hecho Muñiz, le ha puesto las bases a este proyecto, que yo creo que siempre es lo más importante para lo que venga después, sobre todo tras un descenso traumático. Luego, en el mundo del fútbol, la pelota a veces entra y otras no y los entrenadores estamos expuestos a eso.

Antonio Hidalgo, en el Museo de La Rosaleda.

-Ahora precisamente piensa ya como entrenador. Cogió al Sabadell en el tramo final y consiguió la permanencia en Segunda B. ¿Qué tal la experiencia en los banquillos?

Apasionante también, se vive de otra manera porque el futbolista es el protagonista. Con mucha agonía por el resultado, se vive del día a día, de si ganas o pierdes. Por eso uno, con una perspectiva diferente, entiende lo que en este caso le ha podido pasar a Muñiz. Con muchísimo trabajo y dedicación, pero cuando la pelota no entra hay poco que hacer.

-¿Cómo es el Antonio Hidalgo entrenador?

Uno intenta siempre coger diferentes cosas de los entrenadores que ha tenido. Tengo una idea clara de lo que me gusta, un fútbol asociativo y empezando desde atrás, pero a la vez se trata de correr y competir. Hay que hacer un mixto para competir e intentar conseguir resultados.

-Quién sabe si algún día se puede sentar en ese banquillo que tiene a su izquierda.

Ya sabéis el cariño que le tengo a Málaga. Estoy empezando en este mundo, siempre es importante aprender y coger experiencia. A partir de ahí, el futuro nunca se sabe.

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