Las consecuencias de la nefasta planificación se empiezan a ver sobre el terreno de juego. Negar el esfuerzo y el compromiso a los jugadores sería más que injusto. El grupo, pese a todo lo ocurrido, está por la labor de defender el escudo del Málaga CF como merece y como no han hecho otros. Pero las carencias tras el cierre de mercado son importantes. El derbi ante el Almería de este sábado fue la viva imagen de la nueva realidad de este equipo, que ha bajado de una vez varios escalones tras un verano para olvidar. Una buena primera parte de los visitantes y un tanto de Sekou bastaron a los del nuevo jeque para llevarse los tres puntos de La Rosaleda (0-1) ante un Málaga que todavía tiene que encontrarse a sí mismo.
Salía Víctor Sánchez del Amo con cinco cambios en el once con respecto al duelo de Montilivi, además de variar la posición de algunos jugadores como Diego, que actuó de lateral izquierdo, y de un Juankar que jugó como extremo. Sadiku entró directamente en el equipo titular como referencia arriba, y los recuperados Luis Hernández y Lombán formaron el eje de la zaga, con Rolón por delante haciendo de Keidi Bare.
La primera fue para el visitante Sekou, al que llegó un balón muy peligroso en el área tras varios rebotes. No se lo esperaba el ariete almeriense, que utilizó el tacón de su bota como recurso para rematar. Afortunadamente para el Málaga, el esférico no cogió buena dirección. Más clara todavía fue la de Adrián en el minuto 6. La garra de Cifu permitió a los blanquiazules recuperar un balón en la banda derecha, Renato se la puso de dulce al capitán, pero su remate se marchó desviado. Comenzó tan abierto el partido que en el 9' Sekou adelantó a los rojiblancos tras una gran jugada por el costado diestro. Demasiado permisiva la defensa malaguista, y el senegalés a la segunda no falló.
El gol dejó tocado al Málaga y todo lo contrario al Almería, que combinaba e hilvanaba jugadas con más facilidad de la cuenta, teniendo más posesión y control que los de Víctor Sánchez del Amo. Mejoró algo el cuadro blanquiazul antes de la parada para refrescarse, un parón que aprovechar La Rosaleda para cantar de nuevo casi al unísono (hubo una concentración de protesta previa al duelo) contra Al-Thani y la directiva. Desde ese momento y hasta el el final del primer tiempo, poco destacable más allá de varios disparo lejanos del Almería y uno de Sadiku que se envenenó pero atrapó Fernando.
Movió el árbol Víctor tras el paso por la caseta. Sentó a Renato y Rolón, ambos desafortunados, y dio entrada a Hugo y Dani Pacheco. Además, el técnico varió el esquema y optó por jugar con tres centrales y dos carrileros largos (Cifu y Juankar). Adelantó líneas el Málaga, tratando de arrinconar al Almería para igualar la contienda. En el 53' tuvo una Adrián desde la frontal tras recoger un rechace, pero el duro disparo del madrileño acabó en las manos de Fernando. El dominio era local, pero los de Pedro Emanuel trataban de aprovechar para hacer daño a la contra. No decidió bien Sekou en una de ellas y se salvó el Málaga, que pudo marcar poco después, en el 67', por medio de Lombán. Remató bien el zaguero un córner lanzado por Pacheco, pero Fernando paró bien abajo.
Faltaban ideas, creatividad. Con empuje a veces no basta para perforar la portería rival. Víctor agotó el último cambio para dar entrada a Keko por Cifu, pero esa última bala tampoco sirvió para que el equipo tradujera sus ganas en llegadas peligrosas y oportunidades de gol. Pasaban los minutos y el ritmo decaía. El arreón del inicio de la segunda mitad pareció agotar la gasolina de los de Víctor, que en la última media hora de partido apenas intimidaron a Fernando. Se escapan tres puntos de La Rosaleda. Golpe de realidad para un equipo lastrado por una planificación que no ha estado a la altura de lo que merece el escudo y la afición.