Dos de las amenazas del Málaga CF para su doble enfrentamiento de esta semana en Aragón se llaman igual, nacieron en Japón y cuentan con dos importantes trayectorias a sus espaldas. Shinji Kagawa y Shinji Okazaki, dos amigos, dos leyendas en su país. La casualidad ha querido que después de jugar para Leicester, Borussia Dortmund o Manchester United; de ganar títulos y disputar finales, ambos hayan hecho del suelo aragonés su nueva casa. Ahora, en Huesca y Zaragoza el gol se degusta con palillos y sake.
Dos fichajes tan inesperados como atractivos, animaron claramente el mercado de verano. Por desgracia para el Málaga, por partida doble en el caso de Okazaki. El campeón de la Premier con el Leicester, que se estrenó en LaLiga SmartBank con un golazo a la media vuelta, se convirtió en el fichaje -a la postre frustrado- de un Málaga que a última hora sólo pudo dejarle marchar, pese a los esfuerzos del nipón. Al menos, se llevó una canción y el corazón de todo el malaguismo. En menos tiempo no se puede pedir más. Caballeroso, Okazaki no se cerró una puerta a retornar en un futuro próximo y así lo tienes estipulado si el Málaga sube a LaLiga Santander.
Hablar de Kagawa es hacerlo de un jugador con casi 100 internacionalidades a sus espaldas (Okazaki suma 119), de un futbolista que llegó a firmar 17 goles y 11 asistencias en una sola temporada con el Borussia Dortmund. Rápido, gambeteador, dañino al espacio. El japonés ha caído de pie en un equipo obligado siempre a lo máximo como el Zaragoza, que esta temporada parece recuperar el tiempo perdido para soñar con el ascenso. Ya ha hecho dos goles, ante Ponferradina y Extremadura, y buena parte del ataque de los de Víctor Fernández pasa por sus botas.
Los dos tienen lo que el Málaga más echa de menos en este arranque: chispa, picardía, experiencia. Y sobre todo, gol. 75 kilómetros separan Huesca y Zaragoza, distancia a explorar por los de Víctor Sánchez del Amo en una doble cita que puede suponer un cambio de rumbo o, si las cosas siguen sin salir, una decepción conjunta que podría llevar al equipo a puestos de descenso.