El Málaga CF no da para más. En Santo Domingo volvió a ofrecer una imagen pobre, muy pobre. Sin internacionales ni lesionados, pero el equipo sigue muy por debajo de lo que se le debe exigir. Al Alcorcón le bastó con el tempranero gol de David Fernández para llevarse tres puntos que le salieron baratos. El frío del sur de Madrid congeló al Málaga. Los blanquiazules, planos, sin fútbol ni goles. Séptima derrota de la temporada (segunda consecutiva fuera de casa) y el descenso vuelve a acechar. El problema es más profundo que la falta de finalización, pero las soluciones no llegan, ni desde el banquillo ni por parte de los jugadores.
Víctor Sánchez del Amo apostó esta vez por Gonzalo bajo palos para suplir al internacional Munir. Diego González actuó como lateral izquierdo con Juankar por delante. Luis Muñoz acompañó a su tocayo Hernández en el eje de la zaga, y Pacheco jugó arriba junto a Antoñín. La sala de máquinas fue para Boulahroud y Benkhemassa en ese 4-4-2 que dispuso el técnico.
El Alcorcón olió la sangre desde bien temprano. Comenzaron apretando los de Fran Fernández, que tras varias ocasiones se adelantaron en el minuto 8 a la salida de un córner. Diego González, una vez más, perdió la marca en el área y David Fernández batió por bajo a un Gonzalo que arrancó nervioso. Error de bulto del central gaditano, que ha salido en la foto de numerosos goles en contra recibidos por el Málaga este curso.
Los de Víctor no conseguían entrar en el partido, siendo un disparo lejano de Benkhemassa la primera opción real de gol en la primera media hora. Más cómodo seguía el cuadro dirigido por Fran Fernández, con Stoichkov participando mucho en el juego y combinando con facilidad en tres cuartos de campo. Primer tiempo paupérrimo del Málaga, que estaba obligado a mejorar en la segunda parte si quería rascar algo de Santo Domingo.
La segunda parte arrancó igual que la primera, con el Alcorcón creando peligro al tibio Gonzalo con muy poco. Tres minutos después del comienzo, Arribas tuvo la primera tras recoger una dejada de Harper, pero su zurdazo se marchó alto por poco. Víctor dio entrada a Sadiku y dejó en la caseta a Keko, pasando a ocupar la banda derecha Cifu tanto en ataque como en defensa. Un par de remates de cabeza de Antoñín activaron al Málaga, que estuvo más cerca que nunca del empate en el 61' tras un cabezazo de Diego González que salvó Mariño con una mano.
A 20 minutos para el final, Víctor se la jugó dando entrada a Hicham. Corría un riesgo porque eran siete los profesionales sobre el césped, por lo que un expulsado hubiera supuesto incurrir en alineación indebida. El madrileño buscaba alguna solución para intentar empatar y apostó por el marroquí, que jugó como extremo diestro. Pero el Málaga seguía siendo incapaz de llegar con peligro salvo en ocasiones aisladas como un disparo lejano de Sadiku que paró Miralles u otro de Cifu en el minuto 90.
El equipo es plano, no tiene chispa, ni velocidad ni calidad. Y el problema no es sólo de finalización, es más profundo. Jugados 16 partidos, sólo ha ganado tres y ha marcado 11 goles. Y no es cosa de hoy, que faltaron los internacionales y los lesionados, sino que viene de lejos. El Málaga sigue jugando con fuego y puede volver al descenso si el Tenerife puntúa tras la derrota en Santo Domingo, una más y la séptima del curso.