Antoñín es uno de los futbolistas más queridos de la plantilla del Málaga CF y nada es casualidad. Después de terminar el entrenamiento a puerta abierta se acercó a la grada, donde había familiares suyos también, y se puso a firmar decenas de autógrafos. Los más pequeños lo aclamaban. "Antoñín vas a estar cuatro horas", decía alguno. "Yo también he sido niño, a mí también me gustaba esto", le decía el joven al que le sostenía las prendas. Había de todo. Camisetas, banderas, balones... No tenía prisa el palmillero, que tuvo un bonito y humilde gesto con el medio millar que se acercaron al Ciudad de Málaga. Luego se unieron otros como Cifu, también vitoreado por los asistentes.
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