Historias de una cuarentena: Urizar Azpitarte es accionista minoritario del Málaga

Los que busquen en esta ventanilla información sobre las acciones del Málaga CF, sobre la ejecución provisional de la sentencia del ‘Caso BlueBay’, sobre NAS Spain o NAS Football, o sobre el porcentaje accionarial que realmente tiene la APA se llevarán un pequeño chasco. Venimos, si nos permiten, a rescatar una historia curiosa para esta cuarentena: la titularidad de un paquete de acciones del Málaga CF de uno de los árbitros históricos del fútbol español: Ildelfonso Urizar Azpitarte.

Urizar Azpitarte, hasta a los más jóvenes del lugar les deben sonar estos dos apellidos indisolubles, arbitró durante 14 temporadas en Primera División (1977-1991) y sigue siendo el colegiado que ha pitado más 'Clásicos': 15 en total. Es recordado además por ser quien sufrió el famoso pisotón intencionado de Stoichkov en la Supercopa de España de 1990 entre el Barcelona y el Real Madrid ('Urizar Alpisarte' lo bautizó el periodista Gaspar Rosety). No es muy conocido a nivel público, sin embargo, que a mediados de los 90 contrajo matrimonio con una malagueña, ni que meses arriba o abajo del enlace adquirió un paquete de acciones valorado en 500.000 de las antiguas pesetas que puso a su nombre y al de su mujer. Vivían entonces en Calle Cristo de la Epidemia, en un piso que le habían comprado a Martín Navarrete.

"En 1993 adquirió 500.000 pesetas en acciones y las puso a su nombre y al de su mujer, nacida en Málaga"

“Pepe Gallardo, que era el presidente del colegio de árbitros, me dijo que tenía que hacer algo, el Málaga se había ido a pique y yo tenía una empresa, así que eché una mano y compré las acciones. Y hasta ahora”, recuerda Urizar, al que todos en Bilbao le llaman Ilbon (su nombre en Euskera). “Me llevaba bien con Federico Beltrán, entonces presidente”, reconoce, y se le llena la boca al hablar de Málaga, ciudad que le cambió la vida cuando, siendo aún árbitro internacional, acudió a la Costa del Sol para una charla sobre la violencia en el fútbol y conoció a su esposa: “Vivo en Bilbao, pero bajo por Navidad, Semana Santa, y también en verano porque tenemos casa en Torre del Mar”.

Así que desde entonces Urizar es accionista del Málaga y está integrado en la Asociación de Pequeños Accionistas que tanta notoriedad ha adquirido en los últimos meses tras las consecuencias de la querella criminal interpuesta a los propietarios. “Cuando me llamaron para formar parte dije que no tenía inconvenientes siempre que me informaran con antelación”, explica, a la vez que confiesa estar al día sobre la actualidad blanquiazul: “Lo de este señor de presidente no tiene nombre. En el club debería estar gente preparada, no sólo por el hecho de estar o con fines lucrativos. Es importante que todos estén con el Málaga porque es una ciudad de Primera”.

“En el club deberían estar gente preparada, no sólo por el hecho de estar o con fines lucrativos. Es importante que todos estén con el Málaga porque es una ciudad de Primera”

Sus recuerdos como árbitro al Málaga

Urizar, de 76 años, y padre de gemelos que también se dedican al arbitraje en la tercera vasca, recuerda con memoria elefantina los partidos que le dirigió al Málaga. Rescata varios de la última temporada del CD Málaga en Primera, con “Juanito” o “Santi”, como el del Real Madrid (1-2) o el del Atlético de Madrid (0-0): “Expulsé a mis dos amigos: Álvarez, del Málaga; y Goikoetxea, del Atleti”. Era 1989. El año de la caída del Muro, el inicio del final para el CD Málaga. Urizar, precisamente, pitó la vuelta de la promoción de 1991 en Cádiz. Se acuerda de Ben Barek, entrenador blanquiazul, y de una anécdota que aconteció al final del partido: “El alcalde de la ciudad, Pedro Aparicio, bajó a darme las gracias”, para finalizar divertido: “Lo que no sabía es que un año antes había conocido a una chica de Málaga…”.