El 15 de abril del pasado año llegaba a la Estación María Zambrano de Málaga Víctor Sánchez del Amo. Acompañado del entonces director deportivo, José Luis Pérez Caminero, el técnico madrileño pisaba la Costa del Sol para ponerse al frente del Málaga CF tras una destitución de Juan Ramón López Muñiz que se hizo oficial apenas unas horas antes. Víctor llegó a Málaga para abrochar su contrato y ser presentado el 16 de abril. Comenzaba una etapa que apuntaba al ascenso y que terminó con un terremoto a la hora de su salida.
"Siempre que vengo a Málaga estoy encantado, como jugador y entrenador". Con esas palabras se presentó a los medios en las mismas dependencias de la María Zambrano. Víctor, apuesta de Caminero, se puso manos a la obra y sólo cuatro días después de su llegada tuvo un estreno triunfal en Alcorcón: 1-4. Una goleada que invitaba a soñar y con la que encaró de otro modo la recta final de temporada regular, que concluyó con cinco triunfos consecutivos. Lamentablemente, el Dépor terminó con los sueños de Víctor y del malaguismo en una dolorosa primera ronda del play off.
El madrileño continuó, avalado además por su buena conexión con la afición. Pero con el verano afloraron las desdichas del club y el proyecto, ya se ha escrito mucho al respecto, se vino abajo como un castillo de naipes. Víctor aguantó, no sin más de un dardo al trabajo -o a la ausencia del mismo- que se hizo. Deportivamente, las cosas no resultaron y 'su' Málaga sólo sacó cuatro triunfos en los 22 partidos que dirigió esta temporada el madrileño (además de la derrota en Copa ante el humilde Escobedo).
Para colmo, el final de la etapa de Víctor estuvo envuelto en una marejada de polémicas a causa de la publicación sin su consentimiento de un vídeo íntimo. El mismo motivó que el club le apartara para, días después, certificara su despido. Víctor se despidió con una extensa rueda de prensa y, a la espera de que las pesquisas de la investigación policial por aquel vídeo se resuelvan, tiene pendiente un juicio -el próximo 8 de julio- con el Málaga en el otro lado por su despido, después de que ambas partes no llegaran a un acuerdo en el acto de conciliación celebrado el pasado mes de febrero.