El Málaga CF regresó a la Costa del Sol la pasada madrugada a las 4:00 horas tras un largo viaje desde Tenerife. La expedición blanquiazul, que empató a cero en el Heliodoro Rodríguez López, tuvo tras el partido 45 minutos de autobús para tomar después en el aeropuerto de Tenerife Sur un vuelo chárter con destino a casa. La amplitud de la aeronave, con capacidad para 150 tripulantes, permitió ciertas comodidades para los futbolistas, pero el desgaste a la llegada era inevitable.
Y es que esto no para. Se han condensado muchos partidos en poco tiempo y habrá que apretar los dientes. Anoche algunos jugadores como Luis Muñoz acabaron cargados tras dos encuentros en 72 horas. Por eso, para esta tarde se ha propuesto una sesión de recuperación voluntaria, aunque el regreso a los entrenamientos será el miércoles por la tarde en La Rosaleda (18:30 horas). Los jugadores tendrán día y medio para desconectar. Además, se espera poder recuperar a algún jugador para el próximo partido, también vital, ante el Extremadura en casa. Aarón Ñíguez parece ser el más cercano a hacerlo.
Se espera poder recuperar a algún lesionado para el partido ante el Extremadura en casa, Aarón Ñíguez parece ser el más cercana a hacerlo
De este modo, el Málaga tendrá tres entrenamientos y una última sesión de activación el día del partido para preparar el duelo ante el equipo extremeño, que recibe en el Francisco de la Hera el miércoles a las 19:30 horas al Albacete en un duelo directo por la salvación. Los blanquiazules tienen en esta ocasión más margen que su rival, que además tendrá que desplazarse a la Costa del Sol, presumiblemente en autobús.