El golazo de Luis Muñoz fue de lo poco positivo que se pudo extraer de la derrota ante el Zaragoza. Fue su primer tanto con el primer equipo blanquiazul, un derechazo desde fuera del área que intenta más bien poco y que quizá comience a ser un arma ofensiva más a partir de ahora. No obstante, la versión del canterano, uno de los capitanes y un futbolista por el que el Málaga hizo all in el pasado mercado, busca ser la del jugador que descolló definitivamente con la primera plantilla el curso pasado. Él cree que no ha bajado en su rendimiento individual pero sí argumenta que tiene otras funciones a las que no estaba acostumbrado hasta la fecha. De ello, y de otros temas como por ejemplo cómo se encuentra el vestuario tras otra dolorosa derrota, habló en una charla en 'Área Malaguista' de 101TV.
"No es que haya bajado el nivel, pero sí que ahora se me están pidiendo más cosas, como capitán o como jugador que en la plantilla se ha apostado por mí. Pero yo tengo la misma entrega, las mismas ganas y la misma ilusión. Hay partidos que te salen mejor o peor las cosas, pero entrega, ganas y sacrificio sigo teniendo las mismas que el año pasado", señaló con rotundidad Luis Muñoz, que recordando el partido ante el Zaragoza dijo que no hubo "suerte": "Tuvimos ocasiones y sacamos 12 o 13 córneres, al Zaragoza le salió un partido redondo. Creo que nuestro partido fue más completo que contra el Alcorcón".
No escondió que el vestuario está "jodido" tras esta derrota, pero a la par "unido" para ser capaz de voltear la situación en los próximos encuentros. "Lo principal que hablamos en el vestuario y sabemos día a día es intentar conseguir dos victorias consecutivas, que nos pondrá a luchar y con mucha ambición", dijo alguien al que portar el brazalete no le ha cambiado: "Yo sigo siendo el mismo con todos mis compañeros. Me gusta hacer bromas a los compañeros para que el día a día se haga más fácil para todos". Habló de un vestuario "súper sano, de 10" y en el que todo el mundo "va a una": "Hay muchos vestuarios que se empiezan a romper y eso es algo que va a peor. El vestuario está unido, muchas veces tenemos charlas todo el grupo. Tenemos que seguir luchando, conseguir el objetivo".
A su vez, profundizó en otros temas que repasamos:
Por qué no le pega más a puerta: "A lo mejor me tengo que soltar más a la hora de esos tipos de golpeo. Estamos intentando más que nada abrir hacia banda para buscar muchos centros. El Zaragoza estaba encerrado y era difícil entrar por el medio. Salí de un drible y pensé que esa era la mía".
Cómo vivió la cuarentena fuera del grupo: "Estaba con ganas de poder estar con el equipo, no teníamos apenas jugadores. Estamos teniendo muchas bajas y eso es verdad que no nos está ayudando. Hay partidos que estamos casi justos de fichas. Creo que me hice ocho test o nueve y dieron todos negativos, pero tuve que seguir el protocolo. Yo quería incorporarme aunque fuera para entrenar aparte, pero no era posible. Desde casa dando ánimos".
Oleada de canteranos: "Yo sabía que en la cantera del Málaga siempre hay jugadores buenos y así se está demostrando. En situaciones difíciles están respondiendo y es algo de lo que tenemos que alegrarnos los malagueños. Teniendo esta cantera es fácil que el equipo mejore mucho, así lo estamos viendo: Juande, Ramón, Julio, Larrubia, Ismael, Benítez… todos están compitiendo a buen nivel".
Un verano movido: "Me veía un poco pero no por mí ni por el club, sino por el problema de LaLiga y el límite salarial. Había momentos que estaba en casa y decía: 'Ostia, me la estoy jugando un poco’. Al final esperé y la verdad que muy contento. Tenía llamadas cada dos por tres, mi representante me llamaba y yo le decía que quería esperar y que quería esperar hasta el final y quedarme en Málaga. Arnau fue uno de ellos, pero es verdad que había otros equipos. Yo le transmitía a mi representante que quería quedarme. Sabía que Manolo iba a formar un buen grupo y así ha sido".
Música en el vestuario: "Hemos dejado a Josua, que le gusta más el reggaeton. El otro día quisimos poner cada uno una música para ver si cambiaba algo antes del partido en el calentamiento. No pudo ser, pero él es el que se encarga de la música. Yo soy más de flamenco que de reggaeton, pero si votan 10 que reggeaton y 5 flamenco… si no puedes con tu enemigo… Tampoco hacemos mucho día a día en el vestuario, llegamos y apenas tenemos ese intercambio del día a día. Eso también lo echamos de menos, igual que la afición en casa. Si hubiéramos tenido la afición en casa habríamos ganado más partidos seguro".
El ejemplo de Orlando Sá: "Fuera del campo lo que hace es increíble. Anima mucho al equipo, cuando alguien está mal habla con él. Eso te da mucha motivación, tener un compañero que te anime cada partido, que haga reír a la gente. Él sabe hablar, es alguien que ha vivido mucho. Alguien que ha vivido tanto siempre hay que escucharlo. Como jugador es un espectáculo, tiene un don de palabra increíble. Cada vez que habla todo el vestuario escucha".
Pellicer acaba contrato: "Yo lo renovaría, la verdad. Después de todo lo que ha pasado, ya vimos el año pasado que no era fácil entrar en el grupo como estaban las cosas. A casi todos había meses que nos debían, el club estaba muy inestable y se apostó por él".
Manolo Gaspar, también: "Esto no ha sido fácil sacarlo adelante. Yo he vivido el día a día y cada día salían cosas. No es fácil. Salir ahí, luchar todos y sacar esto adelante con el presupuesto que tenía… Habría que decirle que firme ya en una servilleta".