El Málaga CF se enfrenta este sábado en La Rosaleda al Fuenlabrada. Uno de los aspectos más llamativos del rival a nivel visual lo marca el lateral derecho Pol Valentín que lleva jugando con una máscara protectora el último mes. Una máscara en tiempos de mascarillas, aunque el motivo en su caso tiene carácter terapéutico ya que a finales del pasado mes de febrero tuvo que ser operado por una doble fractura de mandíbula que se produjo durante el partido de su equipo ante el Girona.
Pol Valentín sufrió en el tramo final del encuentro un choque fortuito con su propio compañero Belman. La pierna del portero se encontró con la cara de Pol Valentín. Su salida del campo bañado en sangre conmocionó. Pol Valentín, que para colmo de males acababa de pasar la COVID’19, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente días después de la doble fractura en la mandíbula y se perdió cuatro partidos. Desde entonces no ha sido nunca titular, pero sí ha participado en todos los encuentros. Y en ellos ha actuado con una máscara facial para protegerse el rostro ante posibles golpes. El último fue el pasado fin de semana ante el Sabadell, en el que Pol Valentín disputó los últimos 14 minutos.
Esta máscaras son bastante habituales en los jugadores de deportes de contacto que sufren lesiones maxilofaciales. Aquí en Málaga, por ejemplo, la empleó Patrick Mtiliga tras un codazo de Cristiano Ronaldo que le rompió la nariz. También fue curioso cuando el equipo blanquiazul se enfrentó a Javi Montero, entonces en el Dépor y que jugaba con unas gafas por una lesión ocular anterior. Ahora será rival Pol Valentín, que seguramente seguirá portando la máscara en el caso de que juegue este sábado en La Rosaleda.