Hoy en día no es fácil ganarse la confianza de los futbolistas, siempre celosos de su privacidad. Pero si les das la oportunidad de sentirse como en casa, te abrirán las puertas de la suya sin dudarlo. Algo así le ocurrió a Kasawi, barbero y peluquero, cuando hace unos años conoció a Youssef En-Nesyri al llegar este al Málaga CF siendo muy joven. Ahora, este estilista es el encargado de cuidar los peinados de gran parte de la plantilla blanquiazul, incluso de algunos recién llegados y también sigue contando con la amistad de otros que abandonaron las filas malaguistas para marcharse a otros equipos. En una entrevista con ElDesmarque, Kasawi nos cuenta su historia.
"Fue En-Nesyri el primero", recalca el peluquero. "La primera vez que me contactó cuando llegó de Marruecos, fue por Instagram. Fui para probar a su casa en Teatinos, y allí estaba con Guille Lara y Javi Ontiveros. Y le corté, le gustó, estuvimos charlando... y hasta hoy". Así comenzó todo. Ahora es estilista "vitalicio" del delantero marroquí, actual jugador del Sevilla, al que va a visitar antes de cada partido. Pero el boca a boca entre la plantilla del Málaga ha llevado a Kasawi a convertirse en el creador de los peinados -tan dispares en estilo muchas veces- de gran parte de los jugadores blanquiazules.
Hicham, Chavarría, Dani Barrio o Haitam son algunos de sus clientes habituales. Pero también recién llegados como Sekou Gassama, Víctor Gómez o Braian Cufré. A Sekou fue Valentín Vada el que le recomendó que acudiese a Kasawi; Víctor Gómez llegó tras preguntar a sus compañeros de vestuario; y a Cufré lo trajo su compatriota Chavarría, el mismo que le recomendó fichar por el Málaga.
Pero no es casualidad que quien prueba una vez las tijeras de Kasawi quiera quedarse con él. El peluquero tiene un secreto para mantener sus relaciones laborales y de amistad con los jugadores: "Aunque tenga cosas que se pueda contar uno de mis principios es la privacidad. Cuando ellos entran aquí, quiero que estén como en su casa, que puedan hablar de lo que quieran. Al final son chavales como cualquiera. Necesitan hablar sus cosas, como el fontanero o el panadero", nos cuenta desde su local en Arroyo de la Miel (Benalmádena).
Cada futbolista que acude al local de Kasawi tiene un estilo distinto o un tipo de pelo diferente. Por eso el barbero se adapta a lo que ellos quieren, ya que se considera "muy versátil, y a cada cliente le doy lo que busca, aparte de recomendar si veo que le puede quedar algo mejor o no". Tiene claro que "al final viven de su imagen y de lo que se ve en la cámara".
Sin embargo, aunque lo que se proyecta es que los jugadores son muy maniáticos con sus peinados, Kasawi reconoce que el único "tiquismiquis" que tiene entre sus clientes es Hicham: "Es muy presumido, le gusta vestir bien y el corte lo quiere siempre limpio y quizá en una semana se corta dos veces".
Kasawi: "Los jugadores al final viven de su imagen y de lo que se ve en la cámara"
El extremo de Rabat, con el que tiene un trato "familiar", es uno de los que prefiere que Kasawi vaya a su casa para cortarle el pelo, como también le sucede a Cufré. A otros, como Chavarría, les gusta más acudir al local del barbero, para despejarse tras los entrenamientos y aprovechar ese ratito de charla para desconectar.
De hecho, cuando el delantero argentino cayó lesionado, el peluquero le preguntó si quería un corte a domicilio, "pero como es más clásico, me dijo que aguantaba un par de semanas y cuando ya pudo andar, se vino".
Habida cuenta de que la relación de este barbero con los futbolistas es de amistad en muchos casos, a Kasawi se le ilumina la mirada cuando se le pregunta por un momento especial que haya vivido gracias a su profesión. Pero lejos de referirse a alguna anécdota personal, el peluquero incide en que la progresión de sus amigos es lo que le hace más feliz.
"Yo con muchos de los jugadores he creado una amistad muy cercana y cuando alguno de ellos avanza en su carrera, es un momento muy especial para él y para quien le rodea, como yo", destaca. "Por ejemplo, cuando En-Nesyri tuvo un gran fichaje, me alegré muchísimo por él. Porque cuando estaba en juvenil, me contaba su sueño, que ojalá algún día jugar en un gran equipo y al final ver que se cumple... me alegró".
Todavía quedan seguro muchos jugadores del Málaga, del presente y del futuro, por pasar por su maquinilla. Pero lo que ha conseguido Kasawi a base de simpatía, confianza y profesionalidad se ha convertido en un vínculo que difícilmente se va a romper.