El compañerismo y el juego limpio deben reinar por delante de todo en el deporte. Y en concreto en el fútbol, castigado a veces con imágenes reprochables, más si cabe. De ello dieron buen ejemplo los cadetes del Málaga CF en el partido que les enfrentó al Sevilla en la capital hispalense.
Los malagueños anotaron un gol con un jugador rival lesionado. Tras comprobar que el jugador del Sevilla no podía continuar, decidieron dejarse empatar en una clara muestra de deportividad que debe abundar. Tras el empate, se escucharon aplausos desde los exteriores y se pudo ver algún que otro abrazo entre los protagonistas.
Un ejemplo de fair play que puedes comprobar en el vídeo que te dejamos en la parte superior: