De la capacidad de adaptación a la presión: las claves del 'nuevo' Málaga

Son varios los aportes de Pablo Guede desde su llegada al Málaga CF hace ahora una semana. Si bien es cierto que sólo tuvo seis entrenamientos en cinco días, el sello del argentino ya se hace notar en aspectos tanto del juego como anímicos y físicos, doblando las capacidades del equipo blanquiazul para atacar, correr y presionar. Las claves de un nuevo Málaga, de un conjunto renovado por dentro y por fuera.

En lo mental, destaca la capacidad de los malaguistas para adaptarse a las diferentes situaciones que impuso el Real Valladolid, desde querer dominar el marcador a pesar de no tener la posesión del balón hasta no bajar los brazos y no darse por vencidos aunque perdieran la ventaja en el luminoso. No dejaron de buscar la portería rival hasta que el colegiado dio el pitido final. Algo que notaron los aficionados congregados en las gradas de La Rosaleda y que supieron aplaudir y agradecer.

La garra de los futbolistas blanquiazules fue también llamativa. Sobre todo porque se echaba en falta y es lo que más reclamaba el malaguismo para salir de la situación de peligro constante y de cercanía al abismo en la que se encontraba el cuadro boquerón. Las "ganas de ganar" de las que habló el técnico argentino, la actitud innegociable.

Físicamente, este nuevo Málaga tiene velocidad e intensidad con más precisión que antes. El sistema que impuso Guede en la primera mitad, con tres centrales y libertad para los dos carrileros, permitió tanto a Javi Jiménez como a Víctor Gómez hacer más kilómetros y con mayor presteza y ser capaces de regresar a defender.

Todas estas claves ayudaron a ver a un equipo renovado, con una forma de jugar que gustó aunque todavía quedan cosas por pulir, como ciertos fallos de concentración en defensa. No obstante, lo más importante es conseguir alejarse cuanto antes de la infernal zona de descenso. Lustrar estos detalles se puede dejar para más adelante.