La situación del Málaga es complicada, pero no imposible. El fútbol a veces no entiende de razones y guarda giros de guion inexplicables. A eso se aferra el equipo de Sergio Pellicer, pues busca en el tramo final una regularidad y contundencia que no ha mostrado durante todo lo que llevamos de ejercicio. El vestuario cree en la machada, pero sobre todo cree una afición que nunca ha dejado de lado a los suyos.
Son muchos los exmalaguistas que están alzando la voz ante el dolor que les genera ver así al equipo. Uno de los últimos en hacerlo fue Recio, quien se ofreció a jugar en Primera Federación en caso de descenso. Este jueves ha sido el turno de Ignacio Camacho.
Retirado de forma prematura por un largo calvario de lesiones, el pivote maño ha comparecido ante los micrófonos de SER Deportivos Málaga. Allí, Camacho ha analizado la situación del equipo, sus posibilidades de permanencia, pero además ha realizado un análisis muy interesante sobre las cosas que se han hecho mal en la disciplina blanquiazul durante muchos años.
La salvación, muy difícil. "La realidad es que es muy complicado, sobre todo por los partidos que quedan y la diferencia de puntos con la salvación. Pero bueno, peores cosas se han visto. Lo que veo más difícil no es a los demás sino acortar esas distancias. Llevas un tramo de temporada donde no se ha conseguido ser regular y conseguir esa regularidad y empezar a ganar todos los partidos lo veo complicado. Por eso creo que es importante no pensar en lo que hemos hecho hasta ahora".
Primera temporada de Manuel Pellegrini. "Creo que fueron seis con Pellegrini y con Javi Gracia conseguimos aumentar esa racha de victorias. Cuando llegábamos estábamos muertos en la bañera. Hacíamos buenos partidos, el balón no entraba y de repente empezó a entrar. Veníamos de una primera vuelta muy mala y al final conseguimos la salvación. Con Javi era al revés: se vendieron a todos los jugadores de la época de Champions. La verdad que las dos tienen mucho mérito".
La razón de esta mala situación. "Es complicado. Si supiésemos realmente o la persona indicada qué ha pasado, evidentemente no lo hubiese hecho. Las esperanzas eran muy buenas por los fichajes a principio de temporada, pero al final todo tiene que cuadrar, tienes que ser un equipo, los resultados, la confianza, lo que engloba a todo el club, no sé, es complicado. Habrá que pararse a pensar a final de temporada y espero que tenga un final feliz. Y si no es así creo que habría que tener un camino para devolver al Málaga donde se merece".
La afición, lo único que se salva. "Hay situaciones que nadie las entiende, es complicado de hacérselo entender a la afición. lo que más me gusta cuando veo la televisión es ver el estadio lleno. Eso no tiene explicación ni precio. Esté donde esté, la afición va a hacer que vuelva o por lo menos que ayude".
Una inestabilidad que viene de lejos. "Los resultados deportivos solventaban los problemas. Por un lado ha ido a nivel de estamentos y por otro lo deportivo. Cuando llegó el jeque se hizo una inversión muy grande, pero ya incluso en Champions se veía que iba para abajo. Empezamos con Cazorla el año siguiente, luego con Rondón que se marchó... situaciones inexplicables por toda la situación tan buena que se esperaba del equipo. Explotó después de la Champions y cada año nos íbamos encontrando un nuevo escenario. Ya no me acuerdo cuántos entrenadores tuve en Málaga".