La afición lo volverá a hacer: recibimiento y caldera en La Rosaleda

A falta de cinco partidos, son muchas las esperanzas del malaguismo en obrar la que sería una de las remontadas más épicas en el histórico de las temporadas de LaLiga Smartbank. Tras el triunfo de este domingo, que primero fue euforia desbocada y luego fue euforia rebajada, porque así lo quiso el Racing, el Málaga sigue estando a cinco puntos del milagro. Y la afición seguirá estando al pie del cañón mientras las matemáticas confirmen que sí se puede.

El club ha vuelto a mover la maquinaria promocional, con entradas gratis para Fieles Malaguistas. Así se quiere llenar lo máximo posible La Rosaleda contra el Huesca (18:30 horas), que cae en día festivo, ya que el 1 de mayo el el Día Internacional de los Trabajadores. La Grada de Animación, Fondo Sur 1904, ha confirmado que habrá "recibimiento al escudo" en la Avenida de la Palmilla, para repetir la estampa del partido anterior en casa contra el Cartagena.

Asimismo, en los accesos del recinto blanquiazul, se repartirán banderines blancos y azules "con la intención de generar un gran ambiente que lleve en volandas al equipo", asegura la entidad en un comunicado donde, además, informa de que habrá música en los alrededores de La Rosaleda para completar el ambiente festivo de previa.

Miles de aficionados volverán a insuflar de adrenalina y ánimos a sus jugadores a las 16:15 horas en los aledaños de un estadio que seguramente volverá a superar los 20.000 espectadores. Será la tónica habitual si siguen acompañando las victorias y las opciones de permanencia. Quedan tres partidos en casa contra Huesca, Mirandés e Ibiza en la última jornada.

Hasta esta última fecha quiere llegar con vida el equipo de Pellicer, que está obligado a ganar todos o al menos cuatro de los cinco partidos que le quedan. En casa, el templo de Martiricos será una caldera y fuera, el medio millar de hinchas que se recorrieron España de punta a punta ya está pensando en el siguiente desplazamiento: Ponferrada. La locura y la fe se ha establecido en Málaga y no morirá hasta que los números digan lo contrario.