Hace falta una auténtica carambola con equipos como el Sporting o el Huesca involucrados, pero el Málaga afronta este sábado su última opción para la permanencia. Lo hará en Mendizorroza, uno de los campos más complicados de la categoría, y contra un Deportivo Alavés que pelea sus opciones de lograr el ascenso directo.
El equipo boquerón se agarra a una última opción en la que tienen que darse varias carambolas para llegar con posibilidades a la última jornada y una de ellas pasa por ganar al Alavés; que el Sporting pierda en su visita a Eibar y que el Huesca puntúe a domicilio en Lugo.
El equipo malagueño está a seis puntos de Sporting y Huesca, aunque este último ya está salvado y un triple empate perjudicaría a los malaguistas. El club andaluz sabe que los números son casi imposibles, por lo que ya plantean y proyecta una nueva plantilla para la tercera categoría del fútbol español.
La situación es muy comprometida, con los jugadores cabizbajos y asumiendo su responsabilidad, pero como se vio en el enfrentamiento de la pasada jornada con el Mirandés desean concluir la temporada compitiendo y con victorias, a pesar de que el descenso se pueda producir.
La dificultad que se van a encontrar en Vitoria va a ser suprema, ya que el rival, además de luchar por el ascenso directo, es el segundo mejor equipo como local de la categoría y sólo ha perdido un partido en su casa. El Málaga, por contra, sólo ha ganado a domicilio a Mirandés (1-3), Villarreal B (1-2) y Lugo (0-2).