Málaga CF: hora de sacar la cartera

La gran duda del Málaga de la temporada 2023/24 era su profundidad de plantilla. ¿Con las 23 fichas, la mayoría de jóvenes canteranos, iba a ser suficiente? Los resultados del primer tramo de campeonato evitaban el debate, pero los últimos tres partidos del equipo en Primera RFEF y la sucesión de lesiones importantes lo han reavivado.

Con dos puntos de nueve posibles contra Córdoba, Ibiza y Alcoyano, además de la sensación de fatiga, falta de ideas, pobre puntería y rendimiento inferior a lo esperado, el Málaga empieza a pensar en el mercado de fichajes de invierno. De hecho, la lesión de Haitam, próximo a la renovación, obliga a buscarle un sustituto. Pero no solo por este motivo, sino por las carencias que están viéndose en otras zonas concretas del campo.

La plaga de lesiones ha influido en todo esto. Es obvio. Haber tenido hasta seis y siete bajas en una convocatoria es un arma de doble filo, porque deja sin efectivos de banquillo a Pellicer y, a su vez, lleva al límite a los demás jugadores, que tienen que acumular una cantidad ingente de minutos en sus piernas. Se acaba notando. En el último tramo de la derrota ante el Alcoyano se apreció a la perfección. Un equipo andando, sin chispa y perdido en el frente de ataque.

Hay nombres que empiezan a bajar sus prestaciones por cansancio. Por ejemplo, Dioni y Roberto están en un bache goleador y físico. Dani Lorenzo lo ha jugado todo desde los 120 minutos de Barakaldo y ni pudo terminar el partido contra el Alcoyano por una sobrecarga. Larrubia se mareó. Otro que está fundido es Jokin Gabilondo, al que se le vio más impreciso que nunca el pasado sábado en La Rosaleda. El lateral vasco lo ha jugado absolutamente todo en Primera RFEF excepto los cuatro últimos minutos del choque contra el Castilla. Es decir, el segundo jugador que más tiempo ha estado en el campo (1.166 minutos totales) después de Alfonso Herrero. Mucho ha durado su regularidad.

El bajón físico hace que posiciones como la delantera se resientan. Ya estaba cogida con pinzas en verano y dependía exclusivamente del buen hacer de Roberto y Dioni. Se sigue esperando a Loren Zúñiga, aunque la confianza sea más de puertas para adentro que desde la afición. A poco que alguno de los dos delanteros titulares causen baja, el Málaga se queda cojo en área contraria. La opción de fichar a un delantero no debe ser descartable, más allá de que se contrate también a un extremo que sustituya al lesionado Haitam. Como sustituto de Jokin está Bilal, al que no se le han dado más que cuatro minutos oficiales en Primera RFEF.

¿Hora de invertir en fichajes?

El club se mueve pensando en lo que viene. Pellicer decía hace unos días que hablaría con Loren Juarros de las opciones que se manejan para reforzar al equipo en la ventana de diciembre y enero. El Málaga puede estar ante el mercado invernal más importante de los últimos tiempos. En las anteriores temporadas se recurrió a las cesiones de jugadores que no tenían hueco en sus equipos. Pero el mercado de Primera RFEF es más limitado, el Málaga tiene mayor estatus y es ahí donde la opción de gastar dinero se antoja clave.

La economía no es boyante, pero tampoco son tiempos de vacas flacas como antaño. Los seis millones que deben cobrarse en el horizonte por el Caso Horta, sumados a los cuatro millones cobrados por el 'Caso Ontiveros' este mismo verano y los dos millones (a cobrar en cuatro plazos) por la venta de Iván Jaime al Oporto, suponen unos ingresos de vital importancia. No todo pueden ser jugadores libres o cesiones de otros que buscan oportunidades. La opción de fichar a jugadores que destaquen de otros equipos de Primera o incluso Segunda RFEF se debe tener muy en cuenta.

Se verá si el tándem José María Muñoz-Kike Pérez da vía libre a Loren Juarros para que disponga de mayores partidas económicas para fichar, aunque en el club quieran destinar más dinero a los renovaciones pendientes. Las circunstancias han cambiado. Así parece que será imposible seguir el ritmo del Castellón e incluso del Ibiza, con mayor profundidad de plantilla. Es ahora o nunca. Es hora de sacar la cartera y poner dinero en el campo.