Tener 16 años es querer comerse el mundo con más incertidumbres que certezas, pero con más deseo que miedo. La inexperiencia también es un grado. No tener vergüenza es positivo. Ese chavalín delgado, con el 35 en su camiseta y un degradado reciente en su pelo, saltó a La Rosaleda como titular por primera vez en el Málaga, el de los grandes, el primer equipo. Delante de 22.111 personas. También en Copa, ante el Eldense, se convirtió en el segundo debutante más joven en la historia del club por detrás de Fabrice Olinga. Guarden su nombre, tengan paciencia, disfruten del proceso: Aarón Ochoa.
El mediapunta nacido en Marbella, de madre irlandesa y padre riojano, lleva en el club desde los nueve años y es internacional sub-17 con Irlanda. En esta temporada ha pasado del División de Honor juvenil al Atlético Malagueño, y de ahí al primer equipo. Pellicer lo ha utilizado ya en dos encuentros de Copa y otros dos de Primera RFEF, en territorios hostiles, Mérida y Orihuela.
Este domingo, seguramente antes del disgusto adolescente de volver al instituto el lunes, se marcó una gran actuación contra la Real Sociedad. Equipo con el que probablemente se haya echado un modo carrera en el FIFA de alguna consola. No se puso nervioso y dejó destellos de jugón, aunque es un diamante todavía por pulir. Tiene talento y salta a la vista de cualquiera. También trabaja en la presión y es intenso, va fuerte, la pide entre líneas y tiene un primer control exquisito. Y ahí es donde reside la diferencia entre un buen jugador y un jugador bueno, muy bueno. Es de esos diestros que tiene aura de zurdito estético, que se animan a recortes donde otros dan pases de seguridad, que dejan taconazos con sentido de la responsabilidad.
Tras sus 65 minutos de buen nivel ante la Real llegaron los elogios de Pellicer, que fue preguntado por este medio por las razones que le llevaron a colocarle en el once contra el rival más exigente de la temporada hasta la fecha: "Aarón se lo ganó en el partido contra el Intercity. Es meritocracia. Da igual la edad que tenga. Por su rendimiento en el día a día, esto es el mejor escenario. El chico en Orihuela nos dio lo que yo pensaba. Es cierto que hay que gestionarlo bien, tenemos que ir paso a paso. Va a estar con nosotros y con el filial. Jugando contra jugadores de primer nivel habéis visto el nivel que tiene. Ha dado buen rendimiento, pero no solo él, sino todos sus compañeros".
Nació en 2007. Dioni, el veterano de la plantilla (34), le saca 18 años. Hermano mayor o padre joven. La edad no importa, esto va de meritocracia, dice Pellicer. Pero pararse a pensarlo inquieta. ¿Qué hacíamos nosotros con esa edad? Ochoa se dedica a cumplir lo que muchos sueñan toda una vida: representar al equipo de tu tierra. Para eso, y menos mal, no piden el DNI.