Cuatro años hace que se fue para siempre, aunque Joaquín Peiró (1936-2020, Madrid) nunca se llegó a ir del todo. Quedó en Málaga su legado como el entrenador más trascendental de la historia, por lo que logró en sus cinco temporadas al frente de un banquillo que hoy lleva su nombre y apellido. Este 29 de enero cumpliría 88 años el ‘abuelo’ malaguista, apodo cariñoso de los jugadores y parte de la afición, y qué mejor que celebrarlo recordándolo en el estadio y a raíz de la presentación del libro Peiró, un mito de la Liga, del Calcio y de los banquillos, que ha escrito Juan Carlos Casas a modo de biografía.
El estadio de Martiricos ha recibido hoy a grandes y antiguos amigos que coincidieron en aquellos años gloriosos; Sánchez Broto, Mikel Roteta, Gerardo, Gonzalo de los Santos, Bravo, Juanito, Basti, Raúl Iznata, Koke Contreras, Juan Carlos Añón, Movilla, Juan Carlos Pérez Frías, Miguel Zambrana, Manuel Hernández Navarrete, Mariano Santiago… una más que notable representación de los afamados ‘Peiró Boys’ invadió la Sala de Prensa ‘Juan Cortés’ para homenajear a un entrenador que, tal y como reza el libro sobre su vida, es todo un mito blanquiazul.
Al acto de presentación de la obra ‘Peiró – Un mito de la Liga, Calcio y de los banquillos’ también acudió el administrador judicial, José María Muñoz; el consejero de Relaciones Institucionales, Francisco Martín Aguilar, el consejero José Antonio Ruiz Guerra y el entrenador malaguista, Sergio Pellicer.
La familia de Peiró estuvo presente representada por su viuda Mari Carmen, sus hijos Natalia y Joaquín y su nieto Roberto. La AD Ferroviaria, primer Club de Peiró como jugador, contó con la representación de su presidente, Javier Puig. En la mesa de presentación, conducida por Francisco Cecilio, tomaron asiento el autor del libro, Juan Carlos Casas, Lorenzo Rico, exjugador de balonmano y yerno de Don Joaquín, el periodista Alfredo Relaño y el exjugador malaguista José María Movilla.
El acto, que arrancó a las 13:20 horas, estuvo en todo momento cargado de emotividad y buen humor, como el que tenía el preparador madrileño. Era difícil para los presentes contener la sonrisa cuando se hacía mención a alguna de sus múltiples anécdotas. Tras el coloquio sobre el estrado, sus familiares soplaron las velas de una tarta de cumpleaños ante el aplauso de todos los presentes. Tras un último posado en el banquillo que lleva el nombre de D. Joaquín Peiró, los invitados disfrutaron de un ágape en la Zona VIP de La Rosaleda.
Joaquín Peiró dirigió al Málaga desde la temporada 98/99 en Segunda hasta la 2002/03 en Primera, con un total de 152 de Primera División, 42 partidos de Segunda División, 15 de Copa del Rey, seis en la UEFA Intertoto y diez de la Copa de la UEFA. Durante este periodo de cinco temporadas, Don Joaquín dejó en la capital de la Costa del Sol una histórica huella deportiva.