Coleccionismo, pasión y lágrimas por su Málaga CF: la historia de Juan Alejo

Sale del coche y camina por las entrañas de La Rosaleda cargado con tres bolsas de las que va sacando fragmentos de su vida. Los coleccionistas como Juan Alejo, malagueño y malaguista de 54 años, reúnen objetos que están construidos con el material de los recuerdos. La nostalgia le invade cuando se presta a ElDesmarque para este reportaje [que puedes ver en el vídeo superior y en una segunda parte más abajo], donde relata una vida ligada al Málaga CF desde que tiene uso de razón.

Juan posee cerca de 100 camisetas, 80 bufandas, más de 200 pósters, más de 500 diarios deportivos antiguos, colecciones de cromos desde los años cincuenta hasta la actualidad -algún ejemplar de los años 20-, sellos, postales, álbumes de todos los Mundiales, calendarios de LaLiga, abonos malaguistas y hasta una entrada de un partido en el antiguo campo de Los Baños del Carmen, primer templo antes de La Rosaleda, original del año 1933.

Ha traído un 30 por ciento de su colección completa. ¿Dónde mete todo esto y lo que falta? Tiene "problemas enormes de ubicación", reconoce. No tiene lo que todo coleccionista sueña, un museo en casa, por lo que se conforma con guardarlo todo en armarios y muebles, en el altillo, en la habitación de su hijo o en la terraza. "Tengo una mujer que es una bendita, porque eso no lo aguanta nadie. Aunque ella es malaguista también. Somos los dos abonados", dice con una sonrisa.

Raíces blanquiazules

Hablar del Málaga es hablar de familia. Y viceversa. La primera vez que olió el césped de La Rosaleda fue porque sus padres le llevaron a ver el concierto donde interpretaron la canción de Marco, los dibujos animados que marcaron a una generación. Se enamoró de aquel estadio que era como "un sembrado campo de papas". Su primer abono lo sacó en 1980, el primero de tantos hasta la actualidad.

En una parte de su cerebro hay, probablemente, una carpeta de memorias que se llama 'Partidos del Málaga'. Recuerda con precisión el inolvidable 6-2 al Madrid de Juanito, Del Bosque, Camacho o Santillana, un 11 de septiembre de 1983. El mismo día nació su sobrino. En esa misma temporada, el 9 de noviembre de 1983, el CD Málaga goleó al Atlético de Madrid (5-1) en un miércoles lluvioso. Dice que eso no era agua, eran "lágrimas" que caían. Porque su padre falleció esa jornada. Sus últimas palabras hacia su mujer y madre de Juan fueron: "¡Mariquilla, acuérdate de sacar el carné del niño!". Se emociona cuando lo cuenta, pero no se esconde. El sentimiento viene en su ADN malaguista.

En honor a su suegro, que murió antes de que el Málaga luchara sin éxito por subir a Primera en el playoff ante el Dépor, sigue conservando su número de asiento con un abono que utiliza su hijo de 21 años, aunque éste ha ido perdiendo la ilusión por el fútbol en los últimos años. Al fondo del vestuario visitante de La Rosaleda, donde grabamos la entrevista, cuelga una camiseta de bebé con 'Alejo 25' a la espalda. Se la compró a su hijo cuando nació y está firmada por Joaquín Peiró. Con otra de sus piezas más codiciadas de la colección, la blanquiazul firmada por Darío Silva, tapaba la cama nido del pequeño Alejo.

"En las redes veo que, al parecer, uno es más malaguista que otro. No hay un termómetro que mida el malaguismo, cada uno lo siente y expresa como quiere. ¿Cómo puedo yo decir que mi mujer es más o menos malaguista que yo?"

Juan reflexiona sobre lo que significa para él apoyar al equipo de su tierra: "En las redes veo que, al parecer, uno es más malaguista que otro. Yo creo que no hay un termómetro que mida el malaguismo, cada uno lo siente y lo expresa como realmente quiere. ¿Cómo puedo yo decir que mi mujer es más o menos malaguista que yo? Para difundir el malaguismo, lo que yo pido es respeto".

Cuando pierde el Málaga, su mujer y su hijo saben que no le pueden hablar. "Soy demasiado exacerbado, lo llevo a los extremos. Y no puede uno tomárselo tan a pecho. Me parieron así, qué le vamos a hacer. Cuando vemos un partido por la tele y me siento en el suelo me dicen: "¿Ya te estás poniendo nervioso? ¡Te voy a echar de la salita, como sigas así!" Tengo dos máquinas de reñir en casa", bromea.

Parte II: El malaguismo de Juan Alejo, en la vida y hasta en la muerte. (Vídeo: El Desmarque)

La "camiseta talismán" y una travesura para ver a Maradona

El Málaga CF está llenando más el campo esta temporada en la tercera categoría que en todas las que jugó en sus últimos años en Segunda División. Incluso promedia más asistencia que en algún año reciente en Primera. Solo diez clubes de toda España lo superan. Alejo lo subraya con orgullo: "Este caldo de cultivo que se ha creado en la grada... yo no recuerdo esta pasión malaguista ni cuando estábamos en Segunda 'B'. Los padres deben llevar a sus niños y niñas a la grada. Es nuestro futuro, son nuestra cantera".

De las 94 camisetas que tiene, se queda con la "talismán", de franjas amarillas y azules marca Kelme con la que el Málaga jugó los partidos del ascenso a Segunda en la temporada 1997/98. Le han ofrecido más de mil euros por ella, pero... ¿Cómo vender algo que consideras "gloria bendita"? Como curiosidad, las más difíciles de conseguir han sido las tres de portero de este año, marca Hummel: negra, azul y rosa. No están a la venta.

Entre anécdotas, confiesa el delito. Se atrevió con sus amigos a escalar por las tripas de La Rosaleda para colarse en tribuna. Era una locura con un fin justificado: ver a su Málaga contra el Barça de Maradona. Fue un 17 de octubre de 1982 con un 1-4 favorable a los culés y con El Pelusa marcando el cuarto. La travesura de aquel jovenzuelo ya ha prescrito. Su amor y obsesión por el Málaga no lo harán nunca. No tiene fecha de caducidad.