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Una imagen difícil de ver: los jugadores del Algeciras, rodeados de malaguistas en su entrada al estadio

Los jugadores del Algeciras, entrando al estadio por medio de la marea de aficionados del Málaga
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El Málaga visita al Algeciras en la jornada 29 de la Primera RFEF. Como acostumbra en cada desplazamiento del equipo malagueño, la afición se ha desplazado de forma masiva para arropar al equipo. Quedan diez jornadas para que finalice la competición y los hinchas saben de su importancia para que el club blanquiazul llegue a los puestos más altos de la tabla y consiga el ansiado ascenso de categoría.

A las puertas del Estadio Nuevo Mirador se han visto a los más de 1.000 aficionados boquerones cantando y animando a sus jugadores en los prolegómenos del encuentro. Pero también se ha podido contemplar una imagen que pocas veces de produce en el mundo del fútbol. O, al menos, en el profesional.

Un jugador del Algeciras entrando al estadio por medio de la afición malagueña

Y es que los jugadores del Algeciras, el conjunto local, han ido llegando al estadio poco a poco y se han encontrado con una inusual estampa delante de la puerta por la que acceden al interior del recinto deportivo. Los futbolistas han tenido que 'esquivar' la marea malagueña para poder entrar al estadio, una imagen curiosa que no hace más que naturalizar un deporte que, a menudo, se aleja en exceso de los aficionados. El momento, al completo, en el vídeo que encabeza esta noticia.

Jugadores del Algeciras 'esquivando' a la afición malagueña para entrar al estadio

La afición del Málaga, volcada con su equipo

Una jornada más se ha podido comprobar la implicación de la afición malagueña con su equipo. Sea el lugar que sea y juegue en la división que juegue, los hinchas malaguistas han demostrado que no abandonan a su equipo bajo ningún concepto.

El recibimiento antes del enfrentamiento en Algeciras es otra prueba más. Las cámaras de ElDesmarque han captado como más de 1.000 gargantas alentaban a los suyos en la llegada al estadio. Solo el cordón policial separaba a la afición de los jugadores y el cuerpo técnico, en un encuentro vital -como todos los que ya restan- de cara a las aspiraciones del Málaga en Primera RFEF.

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