La previa del Nàstic de Tarragona – Málaga que decidirá qué equipo estará en Segunda División el curso que viene nos ha dejado momentos lamentables, como la pelea campal que se vio en los aledaños, pero también situaciones espectaculares. La llegada de los autobuses al Nou Estadi Costa Daurada fue digna de equipos de Primera División. A la misma altura, las miles de voces que cantaron el himno del Málaga en el Auditorio Municipal Cortijo Torres desde la Costa del Sol.
Tal y como podemos ver en el vídeo que encabeza la noticia, muchísimos malaguistas se reunieron en el Auditorio para vivir el partido desde su casa. Caras pintadas, bufandas y sobre todo dos colores: el blanco y el azul. Con el corazón en la mano, los miles de hinchas presentes se pusieron a cantar el ‘Málaga, La Bombonera’ para gritar a cientos de kilómetros por los suyos.
Después del trágico descenso vivido hace un año exacto, el Málaga tiene la oportunidad de volver a Segunda División. “Se ha generado algo este año, sabiendo de donde veníamos, y tenemos la oportunidad, tras ese paso atrás del año del año pasado, dar dos hacia delante”, dijo Sergio Pellicer en rueda de prensa.
Y es que el Málaga y los malaguistas tienen ese tipo de sentimiento que da igual dónde estén que generan una magia única. “Lo que se ha creado con ese sentimiento de la afición que nos ha empujado con su emergía, hacía muchos años que no se veía. Es algo inexplicable y nunca lo había vivido, ni en Primera División. Eso es algo que se debe seguir fomentando, pase lo que pase. La línea entre el éxito y el fracaso es muy justa. Vivimos en la cultura del exotismo que al final lo marca simplemente un guarismo, un número. Pero detrás de ello hay mucho trabajo. Ese sentimiento debe permanecer porque es sembrar algo para algo grande”, explicó el técnico blanquiazul tratando de encontrarle una explicación a lo que ha sucedido este curso.
Es muy difícil jugar en ‘el barro’, como dicen algunos. La oportunidad de volver pocos meses después de bajar es un regalo que no se puede dejar pasar… aunque, después de todo, es solo fútbol. “Estoy muy confiado con los chicos desde la calma y la tranquilidad. Lo más bonito es lo más difícil. Estamos preparados para competir y dar una alegría a nuestra afición, a la gente del club que está, a la que no está y a los que tenemos al lado, la familia. Será muy complicado, pero confiamos en nuestro plan de trabajo”, concluyó el entrenador.