El inicio de la campaña de abonos 2024/25 del Málaga ha sido un tsunami. Es la metáfora que mencionamos cuando el ascenso aún estaba en caliente, pero este fenómeno de malaguismo imparable, como advertíamos, no iba a amainar para la nueva temporada. Todo lo contrario: ha llegado para arrasar con todo. El pasado lunes se contabilizaron 5.000 nuevas altas (1.500 procedentes de las peñas) y 9.200 abonados en total, contabilizando también las renovaciones. El club tuvo que cerrar el cupo a más nuevos interesados debido a la escasa disponibilidad de aforo y no se gestionarán nuevos carnés hasta al menos el 8 de agosto, una vez se liberen las butacas de aquellos que no renueven.
A miércoles 10 de julio, según pudo saber este medio, el Málaga cuenta con 10.900 abonados (5.900 renovaciones). Por contextualizar, el año pasado pasaron tres semanas hasta llegar a los 10.000 abonados y hasta enero de 2024 no se alcanzaron los 20.000, cifra tan deseada durante los últimos años y que se resistía en las últimas campañas en Segunda -16.500 hubo el año del descenso, pese a que se vendió un proyecto de ascenso-. Paradójicamente, la bajada a los infiernos de Primera RFEF sumó a más fieles, muchos de ellos de corta edad, niños y niñas en edades primarias, también adolescentes, algunos conociendo el sentimiento malaguista por primera vez, como Pepe Cotta (16 años) y su mítica frase: "Cuando vi a tanta gente animando dije: a tomar por culo Madrid y Barça".
Una semilla que empieza a dar sus frutos este año, a una velocidad superior, gracias a todo lo que se ha generado con el ascenso. Se dieron varios 'sold out' durante el año, los dos recibimientos en play off fueron de equipo Champions y los desplazamientos, una declaración de amor a distancia. El club ha sabido cuidar más y mejor al aficionado, acertando con su estrategia de marketing y mejorando su tratamiento de las redes sociales, más importantes de lo que parece para conectar entidad e hinchada.
Se fueron sumando granos de arena a la montaña. Todo lo que rodeó al 120 aniversario acabó funcionando, por encima de todo la camiseta retro que media ciudad luce con orgullo. Entre todas las camisetas, las tres y la vintage, se han vendido alrededor de 50.000 unidades, cifras sin precedentes. En ticketing y venta de productos oficiales, el Málaga he tenido ingresos importantes. Esta temporada se espera un panorama igual o superior.
La mayor cifra de fieles se dio en la temporada 2011/12, la de los fichajes galácticos de la era Al-Thani con los Cazorla, Joaquín, Van Nistelrooy, Isco, Monreal y compañía. Hubo 26.500 abonados, algo más que en la temporada posterior, con la Champions de por medio. Cuando alcanzaron los 25.000, las cifras oficiales del club indicaban 22.107 renovaciones y 2.893 nuevas altas: ¡poco más de la mitad de las que hubo este año en 24 horas!
La fiebre de malaguismo es una realidad que reflejan los datos. Queda todo un verano para afiliarse al sentimiento blanquiazul, que no para de crecer. El club, por razones obvias, guardará varios miles de asientos para entradas sueltas y zona visitante, pero todavía no vaticinan hasta donde puede llegar como máximo el cupo de abonados.
En todo caso, desde el club esperan superar los veinte mil, viendo este ritmo vertiginoso del principio. Y eso que no se han dado fichajes ilusionantes ni discursos de ascenso, más bien todo lo contrario: continuidad de proyecto con retoques, ambición camuflada con el "partido a partido" e incluso el palo de la marcha de Roberto. Pero el malaguismo, como dice el himno del Kanka, es una cosa inexplicable.