Es Noticia

La Rosaleda, sede del Mundial 2030: fecha de las obras y cómo afectarán al Málaga CF

Apariencia de cómo quedaría La Rosaleda, con un anillo superior transitable. (Foto: Morph)
Periodista malagueño. Delegado en Málaga.

A falta de ratificación oficial de la FIFA, que ya dio el visto bueno al estadio y sus inmediaciones en las visitas de varios técnicos que "se fueron muy sorprendidos", para la RFEF, oficialmente, La Rosaleda es una de las once sedes del Mundial 2030 que se desarrollará en España, Portugal y Marruecos, aunque con la celebración de los partidos inaugurales en Uruguay, Argentina y Paraguay. Era un reto asumido por la ciudad, y ahora, con la noticia de rememorar una cita mundialista como en 1982, deben avanzar los trámites burocráticos para el siguiente paso, acometer las obras.

¿Cuándo empiezan y cuándo terminan? Desde las instituciones coinciden en que los trabajos se iniciarían el próximo año 2025, y tienen un plazo de ejecución de 36 meses, por lo que el nuevo estadio malagueño estaría terminado para finales de 2028, con un margen de año y medio para el comienzo del gran evento. Albergaría partidos de la fase de grupos, aunque al convertirse en un estadio de más de 40.000 espectadores, podría también albergar eliminatorias hasta cuartos de final incluidos.

El reparto de partidos y sedes es una decisión que se toma más adelante. Lo que sí es seguro es que la final será en el Bernabéu y, como es habitual, a partir de las eliminatorias los encuentros se ubicarán en los estadios más grandes. Ocurre que en el próximo mundial, en 2026, arranca un nuevo formato: de 32 países pasarán a ser 48, con 104 partidos en total en un mes y medio de competición. Dependiendo su éxito o fracaso, en 2030 repetiría o volvería a modificarse.

¿Cómo afectarán al Málaga CF las obras?

La situación del Málaga Club de Fútbol en este asunto es curiosa, porque la entidad no tiene voz ni voto en todo este proceso al no ser propietaria del estadio. Son Junta de Andalucía, Ayuntamiento y Diputación los poseedores del recinto y los que deberán hacerse cargo de los gastos.

La remodelación de La Rosaleda tiene dos vertientes, la que se centra únicamente en agrandar el estadio aprovechando el 70% de su estructura y que partiría de unos 120-130 millones; y la más ambiciosa, transformándola en un recinto que funcione 365 días al año como un espacio comercial y cultural, con hotel incluido, para albergar conciertos y eventos de otra índole. Incluso el alcalde de málaga planteaba la posibilidad de techar el estadio e instalar césped retráctil, como el Nuevo Santiago Bernabéu. Esta opción requiere de inversores privados, que ya los hay interesados. El presupuesto se iría por encima de los 250 millones.

Una vez iniciada las obras en 2025, el Málaga podrá seguir disputando sus partidos aunque con el cierre parcial de la grada. El alcance concreto se desconoce todavía, pero la clausura del campo y la reubicación del equipo en otro estadio no se prevé. Lógicamente, el club verá reducidos sus ingresos de taquilla. La intención, según la propuesta de estadio de la empresa de arquitectura Morph, es un crecimiento del graderío con un tercer anillo que será culminado con una cubierta para proteger todas las localidades. Para ello, habrá que demoler los aledaños, las dos viseras de los laterales y algunos asientos de los fondos.

Así quedaría el interior de La Rosaleda tras la remodelación.

Lo que sí se vería afectado en las obras es el campo del Anexo, donde tantos años lleva entrenando el primer equipo, así como el edificio de oficinas adyacente, donde se ubica el comedor, los almacenes, la lavandería y otras ubicaciones clave. Sin embargo, la ciudad deportiva avanza en su segunda fase y no habría problema porque, para cuando desaparezcan el Anexo y el edificio, el club ya podrá hacer uso de La Academia con todas sus comodidades principales.

Las obras no acaban ahí. Se mejorarán los accesos al estadio, tanto de llegada como de salida, además de aumentar las zonas de aparcamiento al mínimo de 5.000 que exige la FIFA y que se ubicarían en esta zona norte, una obra de una gran dificultad orográfica que tendrá una consecuencia complicada de solucionar: tendrá que prescindirse del IES Guadalmedina, instituto ubicado justo detrás del Anexo y que pertenece a la Junta. Habría que reubicarlo y recolocar a trabajadores y alumnado.

Se habló de la posibilidad de hacer llegar el metro hasta el estadio, una opción que declinó el alcalde. Si finalmente sale adelante la construcción de un hotel y zonas comerciales, la obra será algo más compleja y mucho más costosa. Dependerá de la inversión y las decisiones de los tres propietarios. El Málaga, en lo estrictamente deportivo, tendrá que adaptarse durante los tres años de transformación faraónica para tener un recinto de Primera División, más de Primera que nunca, con 45.000 espectadores.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar