Se respira un aire distinto en el Arraijanal, cerca de las orillas de Guadalmar. Un cuartel general que entra por el ojo, y eso que no está ni al 50 por ciento de lo que será en un futuro próximo. Tantos años de espera han desembocado en este lunes 22 de julio de 2024, la primera vez que el Málaga CF ha entrenado en su ciudad deportiva. Tan fácil escribirlo como difícil pensar en todas las trabas que hubo, los tiempos sobrepasados, los frenazos en las obras y las promesas vacías. Ahora sí, bienvenidos a La Academia Fundación MCF.
"¡Ese es el ritmo, eso es!", gritaba Sergio Pellicer a los suyos en los ejercicios con balón de alta intensidad. Uno, dos, tres toques como mucho. Jugadores que han llegado de las vacaciones como un cohete. Ejemplo de ello es Jokin Gabilondo o Manu Molina. Larrubia saboreó el gol, Dani Lorenzo sigue girándose como ningún otro, Ochoa tiene mucho fútbol en sus 16 añitos de edad. La pulsaciones, por mil, y la humedad, insoportable. Pegaba el calor pese al nublado del cielo malaguita.
El primer equipo todavía no había probado esta sensación de entrenar en el césped del Arraijanal, sí lo habían hecho todos los escalafones inferiores del club y hasta otros clubes como el Castellón o el Antequera. Las únicas ausencias en este día histórico han sido Haitam, Moussa y Ramón, que se han ejercitado en La Rosaleda al margen de sus compañeros, y Antoñito Cordero, que no ha podido acudir al entrenamiento a causa de un cuadro vírico. Repitió el delantero del filial Carlos Ruiz 'Chupete'.
Esta vez, el Málaga se sintió más en casa que nunca, aunque La Academia todavía no será el lugar de entrenamiento diario, solo ocasionalmente, en una mudanza que será paulatina. El Málaga todavía tiene su vida hecha en el Anexo. Allí está el edificio con comedor donde los miembros del club almuerzan, la lavandería, los almacenes y otras estancias comunes. Está todo a la mano en La Rosaleda, pero las obras en el estadio con vistas al mundial 2030 -donde se perderá el Anexo- obligarán a un traslado más pronto que tarde.
El verde todavía no está preparado al cien por cien para la tralla de un equipo profesional y las instalaciones, en plena segunda fase de las obras y con efectivos trabajando con maquinaria pesada a escasos metros de los balones, están aún en pañales. Aun así, el aspecto de la ciudad deportiva es esperanzador. "Ahora sí parecemos un club serio", pensarían muchos aficionados si pudieran acceder al recinto. Tanto Atlético Malagueño como Málaga Femenino sí jugarán sus partidos aquí. Todas las categorías de fútbol base se reunirán en La Academia de manera fija. Ya eso es una gran noticia, a falta de que lo haga más adelante el primer equipo.
La obras continúan en plena segunda fase, que tendrá un coste cercano a los 10 millones de euros. En esta nueva etapa de construcción se van a añadir dos nuevos campos de césped artificial, uno de ellos con grada para utilizarlo para competición, además de una pradera de entrenamiento y el aljibe para el riego.
En la primera fase, inaugurada el pasado 27 de noviembre de 2023, se construyeron tres campos de fútbol 11 (dos de hierba artificial y el principal de hierba natural con una grada para 1.500 personas), los accesos y aparcamientos de la superficie, el edificio principal y los vestuarios. Se espera que los dos campos de césped artificial contemplados para la fase dos estén terminados para octubre de este año.
Toco y me voy, toco y me voy. Fútbol profesional en La Academia.