Tenía que llegar tarde o temprano y no se hizo esperar. El Málaga vive ahora su primer gran bache de resultados en LALIGA HYPERMOTION, una categoría que no perdona a nadie. Después de una semana fatídica enlazando dos derrotas, una el pasado miércoles ante el Levante con un resultado atípico (4-2) y otra en el feudo del Castellón este domingo (2-0), los de Pellicer han truncado sus buenas sensaciones con malos resultados.
El Málaga encarrila cuatro jornadas sin ganar, con dos empates de conclusiones positivas ante Real Zaragoza y Racing de Santander, pero con dos derrotas de golpe directo a la mandíbula, en las que ha encajado seis goles después de llevar seis encuentros consecutivos manteniendo un candado en la portería. La secuencia muestra claramente el tramo valle del final: 0-0 en Tenerife, 0-0 ante Real Oviedo, 1-0 frente al Eibar, 1-0 contra el Cartagena, 0-0 en Zaragoza, 0-0 frente al Racing, 4-2 ante el Levante y 2-0 en Castellón.
Sergio Pellicer abordó esta pequeña crisis tras la caída en Castalia. "La imagen del equipo tras las dos derrotas no me preocupa. La seña de identidad del equipo se sigue manteniendo. ¿Preocupado? Estas dos derrotas nos ocupan, tenemos que seguir insistiendo. Ahora aparecerán los nervios con las derrotas, porque vivimos de la rabiosa actualidad, esto es fútbol, pero estoy seguro de que el trabajo de los chicos se verá reflejado", dijo en una llamada a la calma. El técnico confía igual o más en su grupo.
Sin tiempo para desviaciones, el Málaga se concentra en el partido a partido. Y lo que queda en este mes de diciembre no es cualquier cosa. Un calendario inflado de partidos de alta exigencia: Almería y Eldense en casa, Burgos y Sporting a domicilio. Todo concentrado en dos semanas, entre el 8 y el 21 de diciembre. Doce puntos que serán fundamentales para terminar el año con más o menos dudas, con mejores o peores certezas.
El Málaga está con 22 puntos y, pese a sus tropiezos recientes, mantiene el descenso a la misma distancia que la zona de play off. Tanto la montaña como el barranco están a cinco puntos. El Elche es sexto, con cuatro puntos más que el Málaga, pero los ilicitanos ganaron en La Rosaleda y empatarles a puntos no implica sobrepasarles en la tabla. El equipo que marca el descenso es el Córdoba con 17 puntos.
Pasado ya el primer tercio de la temporada, el Málaga demuestra que tiene una identidad que aún presenta un margen de mejora lógico y no exento de periodos de sequía. Es un equipo bien trabajado en lo defensivo, valiente en su propuesta y adaptable a casi cualquier situación de partido. Suele tener fortaleza mental para responder a goles en contra y no bajarse del partido pronto, como antaño tantas veces ocurrió.
Sin embargo, hay un gran pero. La faceta goleadora deja todavía bastante que desear. Catorce goles a favor y diecisiete en contra es un dato a revertir. Siguen congelados los tres tantos de Dioni y los tres de Cordero como máximos goleadores, con Larrubia con dos tantos por detrás.
El Málaga es un equipo que suele generar ocasiones, aunque no a borbotones: promedia 3'5 tiros a puerta por encuentro -60 en total en 17 jornadas-. Muchas veces, demasiadas, llega al área en situación de gol, pero no decide bien en centros al área o pases clave. La mejora de la precisión de Carlos Puga, Jokin Gabilondo, Víctor y Dani Sánchez como laterales, además de la inspiración de los extremos será fundamental para añadir más mordiente a un ataque donde Castel, Dioni y Baturina tienen que buscarse las habichuelas demasiadas veces por sí mismos.
El Málaga debe pulir su potencial ofensivo y evitar repetir días grises como el de Tenerife (un tiro a puerta) o mismamente en Castellón (dos tiros entre palos). Se han visto picos de forma ilusionantes, como el partido ante el líder en La Rosaleda. Al Racing fue capaz de asediarlo, pero el Levante le enseñó los peligros de esta categoría. Queda un mundo por delante en esta liga de las hipertensiones donde también será importante la capacidad de salir de estas malas rachas.