Con el inolvidable Nàstic - Málaga muy a flor de piel en estos días por la noticia de la querella contra el árbitro Eder Mallo Fernández, la actualidad deportiva continúa su senda con el equipo entrenándose para el próximo compromiso, el antepenúltimo del año, que se disputa este domingo (16.15 horas) en Burgos. El Málaga contará con una importante ausencia, la del centrocampista Manu Molina.
El futbolista onubense deberá cumplir sanción al recibir la quinta tarjeta amarilla en el último encuentro en La Rosaleda contra el Almería. Ya estuvo cerca de haber cumplido ciclo hace unas semanas, cuando la vio ante el Cartagena, pero el Málaga la recurrió al considerar que la cartulina mostrada por el árbitro Moreno Aragón era injusta. Le dieron la razón desde el Comité de Disciplina y quedó anulada. Por eso pudo jugar en las jornadas posteriores.
Una situación inaudita para el esquema de Pellicer, que siempre ha contado con Manu Molina como uno de los pilares sobre los que construir todo lo demás. De dieciocho jornadas en LALIGA HYPERMOTION, el medio centro andaluz ha sido titular en diecisiete. Tan solo en Tenerife (jornada 11) tuvo un pequeño descanso, aunque tras una primera parte mala del equipo, el técnico castellonense no dudó en recurrir a él para toda la segunda parte.
Manu Molina es el segundo jugador que más minutos acumula esta temporada con 1.530, solo por detrás del insustituible Alfonso Herrero, que lo ha jugado todo. También es el segundo jugador de la categoría que más pases ha completado (940). Es, además, un capitán sin brazalete, quien tiene la potestad de debatir con el árbitro aquellas acciones señaladas que no comparta al estar el portero toledano en la lejanía de su área. En el vestuario es un hermano mayor de los jóvenes, el primero en las bromas y trastadas y una voz autorizada por su experiencia.
Está jugando a gran nivel y camuflar su baja no le será sencillo a Pellicer. Las opciones son variadas, pues al fin el técnico malaguista cuenta con todos sus guerreros disponibles en la zona media. El primer nombre es Izan Merino, que ya le sustituyó ante el Almería en el tramo final y que cuenta con la venia de Pellicer. Su progresión y asentamiento en Segunda continúa. El canterano, renovado hasta 2027, ha demostrado que no le pesa la categoría y puede rendir a un nivel alto.
También está la opción del regreso a la titularidad de Ramón Enríquez, que si bien no participó en el empate ante el Almería, sí que tuvo minutos contra Levante y Castellón. Ya está al cien por cien.
No sería extraño verle de inicio acompañando a Luismi después de varias semanas al ritmo competitivo de sus compañeros. Además, la presencia del pivote gaditano le proporcionaría más libertad para emplear su juego asociativo estando un poco más liberado de obligaciones defensivas. No le vendría mal al Málaga su visión de juego para añadir algo distinto a la zona de tres cuartos que ocuparían Larrubia, Dani Lorenzo, Ochoa o Lobete, entre otros.
Menos probables, pero también son opciones Luca Sangalli o Juanpe, mucho más ausentes y menos habituales. De hecho, no entraron en convocatoria el pasado domingo. El centrocampista vasco ha sido titular esta temporada en dos partidos. Juanpe no juega desde la jornada intersemanal en Tenerife, cuando acabó lesionado con una fractura en el rostro. Deberá elegir con criterio Pellicer, que pierde a su brújula Manu Molina para tratar de conquistar El Plantío burgalés.