El Málaga se une a la ola de indignación que ha provocado el llamado Caso Dani Olmo, que hasta hace unos días impedía la inscripción del internacional español y de su compañero de equipo Pau Víctor. El club andaluz, que sufrió las consecuencias de algo parecido hace unos años con el fichaje frustrado de Shinji Okazaki, ha emitido un comunicado donde ha mostrado su "perplejidad" con la decisión del CSD.
El Barça, tras agotar todas las vías, logró que el Consejo Superior de Deportes (CSD) aceptase dar la cautelar para inscribir fuera de plazo a ambos futbolistas, y LALIGA no tuvo otra opción que acatar la decisión, aunque lanzó un comunicado horas después mostrando su disconformidad. Son varios los clubes que han reaccionado con rechazo, como el Atlético de Madrid, el Valencia o el Getafe.
Entre los argumentos, el CSD considera que "la no adopción de esta medida cautelar causaría un perjuicio económico y deportivo grave para el club y, sobre todo, para los futbolistas. Esto podría dañar también los intereses de la selección española, así como del resto de las competiciones nacionales, incluida LaLiga".
"El Málaga CF quiere expresar su perplejidad ante la resolución adoptada por el Consejo Superior de Deportes en los casos de Pau Víctor y Dani Olmo, jugadores del FC Barcelona.
En el curso 2019/20, el Málaga CF asumió la imposibilidad de inscribir a varios futbolistas por exceder el límite salarial. Las normas son claras, el Málaga falló y cumplió.
Las medidas correctoras no quedaron ahí, el Málaga CF también fue obligado a competir con un máximo de dieciocho fichas profesionales durante dos temporadas y forzado un ERE deportivo que ya es historia de nuestro país, suponiendo un perjuicio económico y deportivo grave para el Club. Cabe recordar que la Entidad se encontraba en una situación financiera límite, obligada a una reestructuración profunda y con un serio peligro de desaparición.
Solo un esfuerzo titánico de su estructura y el apoyo incondicional -una vez más- del malaguismo mantuvieron a flote al Málaga CF en uno de los capítulos más difíciles de su historia reciente.
Por todo esto, no es comprensible la inscripción de dos jugadores habiéndose incurrido una situación similar. Este antecedente pone en serio peligro la integridad de la competición. La rigurosidad de la norma debe ser equitativa para todos los participantes.
LALIGA y la RFEF han mantenido una postura común, al igual que en el 2019, pero esta posición del CSD desautoriza a los organismos regidores al no tener en cuenta sus argumentos. Este contexto cuestiona el Control Económico -protegido por la Ley del deporte y con gran prestigio internacional- que es garante de la sostenibilidad de nuestro fútbol".