Manu Molina: "Superar un tumor testicular me cambió, ves la vida de otra forma"

Manu Molina (1991, Huelva) es un veterano en la tercera plantilla más joven de la Segunda División, pero a guasa no le ganan ni los adolescentes. Combina la broma con la profesionalidad. Muchos kilómetros hay desde todo esto: marcharse de Huelva a Barcelona con 14 años; debutar en Primera con 18, teniendo a Kameni de compañero; tener opciones de fichar por el Málaga en tiempos pandémicos, superar un tumor testicular y acabar, por un cúmulo de casualidades y pequeñas decisiones, en el club donde ahora se siente importante. Un líder dentro y fuera. Nos sentamos con la brújula del Málaga en La Rosaleda para hablar de fútbol y de vida.

- Difícil inicio de 2025 con este bache de resultados. ¿Se respira tranquilidad en el vestuario?

Sí, claro que sí. Ya lo vivimos el año pasado en Primera RFEF, creo que también fue por esta época. Ha sido muy parecido a esa mala racha, pero este año estamos en una buena posición a nivel clasificatorio. No nos podemos relajar porque sabemos que la Segunda es muy exigente y en la segunda vuelta los equipos saben cómo juegan, te saben jugar mejor y te tienen más calado. Se va a comprimir todo más, tanto por arriba como por abajo.

Si perdemos, es siempre con las botas puestas, como yo digo. No somos un equipo que dé malas sensaciones dentro del campo, que nos dejemos ir... no, no. Somos un equipo muy comprometido. Hay que tener tranquilidad. Quedan creo que 19 o 20 partidos y estoy seguro de que va a haber más victorias que derrotas.

- ¿Está en el mejor momento de su carrera? Actualmente, no es imaginable un once inicial sin su presencia.

La verdad es que sí. Desde que llegué aquí me encuentro muy a gusto y al final el rendimiento dentro del campo sube. Puede ser mi mejor momento a nivel futbolístico, a nivel de confianza dentro del campo y rol dentro del equipo. Muy contento con la confianza del míster y la que me dan mis compañeros. Al final, la familia, mi mujer y mi hija están felices y yo a nivel personal.

- ¿Siente que ha crecido como jugador y ahora es más completo? Es el que más kilómetros recorre del equipo y el que más pases da. Una versión más total de Manu Molina.

En este mundo llamado fútbol sabemos que cuantos más goles y más asistencias se den... pues la gente es lo que mira, las estadísticas, y a lo mejor no miran que he robado no sé cuántos balones o he dado el 85-90% de los pases bien. Yo soy el típico de jugador que siempre me ha costado un poco más a nivel defensivo, no soy un tipo Luismi, de ir más fuerte al choque y demás... y sí que es verdad que a través de los años los entrenadores me lo decían.

Y ya años atrás, tanto en Ibiza, en Zaragoza y este año en Málaga, incluso el año pasado, a nivel defensivo me voy encontrando muy bien. Al final es ver hacia donde va el balón, adelantarte a la jugada es lo que hace que a lo mejor robes más balones. El míster nos pide muchas ayudas a los centrales, y sí que es verdad que me estoy sintiendo muy cómodo a nivel defensivo. Antes, más joven, cuando era más alocado, corría mucho para los lados, ahora la posición es muy importante. El nivel táctico. Voy mejorando cada día.

- "Málaga es mi sitio", ha dicho muchas veces. Quién lo diría cuando llegó el último día de mercado, en verano de 2023, después de una cadena de casualidades. ¿Cómo fue tomar aquella decisión?

Sí, sí... es verdad que al principio de mercado, cuando desciende el Málaga, yo estoy en Zaragoza. Yo ya sé que en Zaragoza no cuentan conmigo. Soy de esas personas que no me aferro a un contrato, que cuando no quieren contar contigo, voy a llegar a un acuerdo rápido. Al final, a mí lo que me gusta es jugar y estar en un sitio donde me quieran. Fue todo muy rápido, porque yo me iba a ir a México, lo tenía hecho con un equipo de México y me dejaron tirado.

Vuelvo a Zaragoza, se lo explico y lo entienden. Cuando nos plantamos en primeros de agosto, todos los equipos interesados en mí en Segunda ya habían firmado en esa posición. Sabemos cómo es esto, al final buscan otras opciones, lo firman y ya no tienes hueco. A raíz de ahí, me salen cosas del extranjero que no me gustan. Entonces, llego a un acuerdo para la rescisión de contrato con el Zaragoza y me voy para casa. Me vuelve a llamar el Tenerife, porque estaban pendientes de un exjugador del Granada, que es Bodiger, me querían a mí, pero pasaron cosas en ese camino y al final el Tenerife me dejó tirado hasta el último día.

Hablando con mi agente, me dijo: Manu, el Málaga te quería al principio de verano y le dijimos que tú querías seguir en Segunda. Eran las 19.00 de la tarde del último día de mercado. Digo: vale, habla con ellos, al final el Málaga es el Málaga, aunque fuera Primera RFEF. En un par de horas, firmé y me vine.

- Y lo demás es historia, como quien dice.

Al principio siempre lo he dicho, me costó bastante, porque al final los jugadores queremos jugar en el máximo nivel. Pero cuando ya fui conociendo el club, la ciudad, vi que mi familia también estaba contenta, pues al final esto va de jugar, donde sea. Y poder tener en esa época 21, 22 o 25 mil personas cada fin de semana y tener la opción de poder devolver al Málaga al fútbol profesional era el mayor reto. La verdad es que no me arrepiento absolutamente nada, y si volviera atrás, lo volvería a hacer una y mil veces.

- Tiene una cláusula de renovación automática por número de partidos. ¿Se ve a medio y largo plazo jugando en el Málaga?

Sí, sí que hay una cláusula para renovar por un año más, pero los detalles concretos tampoco los he mirado. Ya ha llegado un momento que no le das importancia. No, de momento no se ha acordado con Loren nada. Sí que es verdad que se habló algo, pero tampoco en plan específico, como con Alfonso Herrero. Si dependiese de mí... yo estoy aquí muy feliz. Al final, tienen que querer también más personas, ¿no? Primero, el entrenador, y después supongo que Loren, Kike y los que mandan. Conmigo no va a haber problema.

"Cuando estaba en La Balona, hubo contactos con el Málaga para poder firmar aquí. Fue la época del Covid-19. De director deportivo estaba Manolo Gaspar. Al final, no se dio".

- Viajemos al pasado. Debutó en Primera con 18 años en un Espanyol - Getafe, el 29 de agosto de 2010. ¿Qué recuerdos se le vienen?

Todo fue muy rápido. Yo me voy a Barcelona y firmo por el Espanyol cuando tenía 14 años. Muy chiquitito salgo de la cantera del Recre. Soy una persona que es abierta a todo el mundo, que me adapto rápido a cualquier sitio. Y me adapté. Fuimos creciendo varios jugadores de esa época y fuimos tirando para arriba. Me acuerdo una anécdota. En aquella época era Mauricio Pochettino el entrenador. Él siempre hacía partidos los jueves o los miércoles con el filial. Yo todavía estaba en el juvenil. Y, claro, cuando se enfrentaban con el primer equipo, pues había muchos palos de por medio. Era un filial de gente veterana, 23, 24, 25 años, no como los filiales de hoy en día, de 18, 19, 20. Me acuerdo que Pochettino decidió no hacer más partidos con el filial y decidió hacerlo contra el juvenil división de honor, que éramos nosotros. Eso a nosotros nos dio un escaparate.

En las segundas partes, cogía los que él crea conveniente del juvenil y los ponía a jugar con el primer equipo, pero contra el juvenil. Y siempre me tocaba a mí. Siempre me tocaba a mí jugar con el primer equipo. Yo era todavía menor de edad, con 17, y fui convocado con el primer equipo al Bernabéu. Al año siguiente, ya desde primera hora, hice la pretemporada con ellos. Y ahí es cuando ya me quedo en el primer equipo. Fui convocado creo que a 38 partidos y jugué en nueve.

- Y su primera vez como titular con los pericos fue en el Bernabéu, contra el Real Madrid de José Mourinho.

Recuerdo que Javi Márquez (centrocampista del Espanyol) fue padre. Era un partido entre semana contra el Madrid. El día antes del partido, me llama Mauricio Pochettino a su despacho y me dice: Manu, mañana vas a ser titular contra el Madrid. De la alegría, le di un abrazo. Además, yo con Pochettino muy bien. Al hijo lo tenía el año pasado en el Nàstic de Tarragona y él estaba allí. Estuve hablando con él.

En el Bernabéu jugué los 90 minutos. Sí, sí. Tenía enfrente a Cristiano, Kaká, Lass Diarra, Benzema, Ramos, Pepe, Carvalho. Impresionante. Yo en aquellos entonces estaba con Javi López, que fue capitán muchos años del Espanyol, en la habitación. Y recuerdo que ese día estaba subido por las paredes y me decía Javi: tranquilízate. Lo más nerviosismo fue cuando salí a calentar y ves el Bernabéu, las escaleras... Había 70.000 personas. Pero ya cuando juegas no te enteras de nada. Hay gente que lo hace y gente que no puede. Yo siempre he sido de las personas que no están pendientes de la gente de fuera.

- Cuando el Málaga estaba en Champions, usted estaba jugando en el filial del Valencia. ¿Seguía de reojo al Málaga o simpatizaba?

Sí, claro, yo siempre veía fútbol. Yo aquí, a Málaga, habré venido a jugar cuatro o cinco veces. Y siempre que he venido... siempre lo he dicho, a mi mujer y todo. Que me encantaría poder jugar aquí.

Recuerdo en mi época de la Balompédica Linense, hace cinco años, por ahí. Hubo contactos con el Málaga para poder firmar aquí. Fue la época del COVID. Preguntaron por mí. De director deportivo estaba Manolo Gaspar. Bueno, contacta el presidente de la balompédica. Y me dice: Manu, puede ser que haya una opción, no sabemos seguro, porque están mirando otras opciones, pero puede ser que te quieran. Estaba a un nivel muy alto. Pero no se dio, no se dio.

"¿Renovar con el Málaga? Si dependiese de mí... yo estoy aquí muy feliz. Conmigo no va a haber problemas"

- Y se dio en 2023. Meses después, un ascenso histórico. ¿Es consciente de la que han liado?

No, no... yo creo que fue todo a raíz del año pasado. Lo primero fue la unión que la gente veía dentro del vestuario. Que nosotros abriéramos las puertas a todo el mundo. Eso no lo hace cualquier vestuario. La ambición sabíamos que era ascender. Cuando ascendimos, yo me di cuenta de que lo que nosotros habíamos creado… Y tú lo veías por la calle. Mi hija está en un colegio y me lo decía la gente: la ilusión que tenían los niños de ponerse esa camiseta del Málaga. Pero nosotros no nos hacemos una idea de lo que hemos hecho. Yo creo que cuando pase el tiempo, lo recordaremos más. Estamos defendiendo a un equipo que para mí está entre los 7 mejores de España. Y de todo eso nosotros no nos damos cuenta.

- ¿Qué es lo que más le llena y lo que menos de ser futbolista?

Lo que más me llena es el levantarme cada día y saber que disfruto por jugar al fútbol. Es mi pasión. El domingo perdí y el lunes estuve todo el día de mala leche. Esa es la pasión que tengo por el fútbol. Y bueno, lo que menos me llena es cuando a la gente habla de más. Hoy en día con las redes sociales hay muchísimas cosas. La toxicidad de alrededor. Eso no se puede evitar. Al final la gente tiene opiniones y es así.

- En 2021 superó un tumor testicular. ¿En qué medida le cambio la vida aquello?

Uf, bastante, la verdad. Yo estaba súper tranquilo, me acuerdo que ese fin de semana estaba en Ibiza y jugué el partido súper normal. Y el lunes, siempre con el cachondeo, le dije a mi mujer que tenía como un bultito en el testículo. Y me dijo, ah, eso será algo de grasa, algo normal. Fui a revisión. Me tocó, como digo, me tocó a mí. Estaba para mí. Me vieron y me dijeron que era un tumor testicular.

Gracias a Dios que fue todo muy rápido. Lo detecté todo muy rápido, era muy chiquitito. Solo me extirparon el testículo. No me dieron quimio ni nada y hasta hoy no he tenido ningún problema. Cuando pasan esas cosas, ves la vida de otra forma. Como yo digo, vida solo hay una, tenemos que disfrutarla. Intentar vivirla intensamente, como a mí me gusta. Ser sonriente. Y más cuando tienes una familia y una hija, y hacerle ver a mi hija que tiene que disfrutar, que no se tiene que agobiar con tantas cosas, que al final los días pasan y tiene que disfrutar de cada momento.

"Cuando pasan esas cosas, ves la vida de otra forma".

- ¿Cómo se sintió al conocer la noticia?

Al principio, hasta que no supiera de la magnitud que tenía ese tumor... te empiezas a preguntar, pero los tumores testiculares, el 99% se curan. Al final es una cosa que está fuera de nuestro cuerpo. Igual que un cáncer de mama, que se estirpa, te pones una prótesis y muchas veces no pasa nada. Pero cuando ya me hice las pruebas pertinentes para ver que estaba ahí, que no había venido nada de mi cuerpo, pues ahí me quedé más tranquilo.He tenido compañeros en Zaragoza, Daniel Lasure, que tuvo uno parecido y tuvo quimio y estuvo un año y medio parado. Dentro de lo malo, tuve suerte. Me tocó el tumor bueno.

- ¿Siempre quiso ser futbolista?

Desde chiquitito, siempre con una pelota en el patio. Tenía la vocación, recuerdo que tenía excursiones con el colegio por la tarde y no iba por ir a entrenar. Yo empecé en el Recreativo de Huelva directamente. Yo jugaba a fútbol sala. Recuerdo que con 9 o 10 años fui a hacer una prueba con el Recre y ahí entré, y desde ahí hasta los 14. Luego al Espanyol. Antes se empezaba más tarde. Ahora los niños con 4 o 5 años ya están en la academia.

- El bromista número uno de la plantilla, o eso dicen. ¿Cuál ha sido la obra maestra?

La que le hice a Dioni con el tema del dinero por su bebé, que se lo cambié todo en monedas de céntimo. Eran, no sé, 500 o 600 euros lo que le toca siempre cuando uno es padre, ¿no? Y me vino a la cabeza de poder cambiárselo a céntimos. Pregunté a varios sitios, llamé al banco y me dijeron que no, que tiene que ser una empresa o un comercio. Y me vino a la cabeza el club, por el tema de las taquillas. Dije, bueno, pues tendrán céntimos, tendrán algo. Le dije a Dioni: "¡Te has librado, que no te he podido cambiar el dinero en céntimos!" Ah, gracias, me alegro, me alegro, me decía. Y nada, al final lo pude cambiar y se lo pusimos en una caja. Fue muy gracioso. Le llevó casi un mes para cambiar las monedas. Encima le cobraron comisión, imagínate.

- ¿Con qué estaría satisfecho cuando acabe esta temporada?

Lo primero, cumplir con los objetivos del club, eso está clarísimo. Con eso yo creo que ya nos vamos satisfechos. Y después, pues poder cada partido, cada fin de semana, dar el nivel con esta camiseta y que la afición del Málaga se sienta orgullosa de mí.