El Atlético de Madrid vuelve a tener un problema gordo con Joao Félix, después de que el Chelsea haya decidido que no quiere retenerlo. No ha logrado convencer con el rendimiento que ha ofrecido, y una de las primeras salidas que Mauricio Pochettino ha obligado a Todd Boehly a cerrar es la del internacional portugués, que por lo tanto volverá a estar a las órdenes de Diego Pablo Simeone. Siempre que no se marche nuevamente a otra escuadra, claro está.
Y esa es precisamente la intención que tiene el mánager argentino, que no quiere saber absolutamente nada de ‘El Menino de Oro’. La relación que tiene con él es totalmente inexistente, igual que la gran mayoría del vestuario, que no soportan los humos de estrella de un futbolista que no ha demostrado absolutamente nada desde que aterrizó en La Liga Santander. Además, no tiene hueco en el once inicial, donde debe de competir por la titularidad con un Antoine Griezmann que ahora mismo es imprescindible, y uno de los mejores del planeta.
Por lo tanto, en el Civitas Metropolitano están buscando la manera de deshacerse de un crack por el que pagaron más de 120 millones de euros, convirtiéndose así en el traspaso más caro de la historia de la institución. Saben que no podrán percibir la misma cantidad, pero se conforman con recuperar una parte significativa de esa inversión. Jorge Mendes, su agente, ya se está moviendo en el mercado, y ofreciendo los servicios del ex del Benfica y del Oporto.
Entre los conjuntos que han recibido la llamada del representante luso está el Barça, como ha comunicado el diario ‘Sport’. A Joao Félix le encantaría poder probar suerte en el proyecto de Xavi Hernández, y Joan Laporta nunca ha ocultado que es un crack que le parece muy interesante, y sería una alternativa por si Leo Messi no acaba volviendo. Pero poco tiempo ha necesitado el técnico de Terrassa en desechar por completo esta posibilidad, y sin pensárselo dos veces.
No cree que pueda encajar en el Camp Nou, y además no lo ve necesario, y considera que sería demasiado caro. Por ello, el presidente se ha visto obligado a romper las conversaciones.
Hotel muy bueno pero lo mejor todo el personalson encantadores como si estaríamos en casa hay una persona que es Emilio el animador que se sale como persona y profesional
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