Xavi Hernández ha ordenado a Joan Laporta y a Mateu Alemany dar salida a todos los jugadores que no tengan hueco en el Barça, y que no aporten nada a la plantilla. No quiere llegar a la pretemporada con una plantilla muy larga, y únicamente quiere ver a los cracks que entren en los planes. Así que tendrán que acelerar la operación salida, que por ahora se ha quedado estancada, y tan solo Jordi Alba y Sergio Busquets han anunciado su adiós.
No es suficiente, y hay muchas otras piezas que también están sentenciadas por el técnico catalán. Entre los nombres que podemos mencionar, destacan los de Ansu Fati, Ferran Torres o Eric García, por poner algunos ejemplos. Pero tampoco es conveniente olvidarse de las piezas que han estado a préstamo en la última campaña, casos de Clément Lenglet, de Samuel Umtiti o de Álex Collado. Y, por supuesto, también de Sergiño Dest.
Desde el primer día en el que el entrenador de 43 años puso un pie en el Camp Nou, dejó bien claro al norteamericano lo que le esperaba mientras estuviera a sus órdenes. Le relegó al ostracismo, recurriendo a sus servicios únicamente en caso de extrema necesidad, y pasó más tiempo en el banquillo y en la grada que sobre el terreno de juego. Por ello en el verano anterior se vio obligado a hacer las maletas y aceptar la propuesta del Milan.
Se fue cedido a Italia con la esperanza de recuperar la confianza en sí mismo, y de disponer de los minutos que en el Barça le denegaban. Pero las cosas le han ido aún peor en San Siro, donde ha sido apartado por Stefano Pioli, y apenas ha estado en el césped un total de 635 minutos, divididos en 14 encuentros, la gran mayoría de ellos antes de 2023. De modo no ejercerán la opción de compra de 20 millones de euros que pactaron, y han pasado el ‘marrón’ a Laporta.
Por lo pronto, Xavi ya ha avisado que no quiere ver a Dest cuando comience la pretemporada, el próximo 10 de julio.