Nico González había subido enteros en las apuestas para acabar regresando al Barça tras una cesión al Valencia. Después de un año a préstamo en el Turia, mucha gente confiaba en que tuviera una segunda oportunidad a las órdenes de Xavi Hernández, para demostrar el talento que atesora en sus botas, como dejó ver cuando Ronald Koeman aún era el entrenador. Y más, después de la marcha de Sergio Busquets al Inter de Miami, que le hacía hueco en la plantilla.
Desgraciadamente para el centrocampista de 21 años, tendrá que volver a probar suerte lejos del Camp Nou, y hacer las maletas en dirección a otro lugar donde pueda ser más protagonista y disponer de más minutos. Porque sigue sin entrar en los planes, y el técnico de Terrassa se ha decantado antes por apostar por la contratación de un jugador mucho más curtido para desempeñar esa responsabilidad, como es el caso de Oriol Romeu.
Es más, el gallego puede ser clave en la operación, y entrar en las negociaciones con el Girona para lograr que el ex del Southampton y del Chelsea vuelva a vestir de azulgrana, a cambio de una cifra mucho más baja de los cinco millones de euros que se especulaban en un principio. Y en el portal web ‘Relevo.com’ señalan las dos claves por las que el entrenador catalán ha decidido enseñar la puerta de salida al internacional español sub 21.
Porque hay dos motivos de peso que llevan a Xavi a poner la cruz a Nico, y a obligarle a dejar el Barça. La primera es porque no le ven lo suficientemente preparado para jugar como pivote defensivo, siendo el ancla del equipo. Creen que necesita a alguien al lado que le sostenga, como en su día hacía Busquets, pues no es casualidad que los mejores encuentros que protagonizara fueran ocupando la demarcación de interior.
Además, ven en González una tendencia preocupante a desorientarse y a perder la posición, colocándose más sobre el terreno de juego. Algo que en una demarcación tan decisiva, es un error imperdonable.