En el Camp Nou viven unas horas críticas con el futuro de Ousmane Dembélé. El futbolista francés ya está en París para su fichaje por el PSG, pero aún no ha podido pasar revisión médica a pesar de tener todos los detalles de su contrato cerrado ya que el Barça está dispuesto a luchar hasta el último suspiro por conseguir el máximo posible de los 50 millones de euros que el PSG pagará por él.
Joan Laporta no está dispuesto a tirar la toalla y, según cuenta el diario Sport, está meditando forzar a Dembélé a volver a la Ciudad Condal. Sin el acuerdo entre los clubes, el francés sigue perteneciendo al Barcelona y podría presionarle para presentarse en el Joan Gamper.
En principio, la idea del club no es llegar a dicho punto y encontrar acuerdo beneficioso para todas las partes. Por ello quiere tomar una decisión a lo largo de este domingo con un Dembélé que tiene claro que volverá si no cambia la situación actual.
La cantidad de los 50 millones de euros que está luchando el Barça no corresponde a la cláusula de rescisión, sino a una cláusula de transferencia obligatoria.
Es una cláusula establecida en la última renovación de Dembélé a cambio de renunciar a parte del salario al que aspiraba durante la negociación. Se pactó que, si el punta francés presentaba una oferta formal de traspaso de como mínimo 50 millones de euros antes del 31 de julio, el Barça no solo tenía la obligación de venderle, sino también de ingresarle la mitad del dinero que el club comprador pagara por su traspaso.
El Barça no tiene claro que tenga que pagar esos 25 millones de euros ya que cree que tiene argumentos para luchar menos de esa cantidad. Considera que existen diferentes interpretaciones jurídicas respecto a esa cláusula, al no haberse cumplido todos los objetivos negociadores establecidos por el contrato.