La plantilla del Cádiz ya está cerrada. Se cierra el plazo de fichajes y el club gaditano consigue todos los objetivos marcados. Ha habido que esperar hasta el último día, pero ha merecido la pena. Los últimos en llegar han sido Rominigue Kouamé y Robert Navarro.
Y queda la sensación de que el club ha rematado un mercado pleno de madurez. Si la pasada temporada fueron muy criticados sus movimientos en verano, en esta ocasión el Cádiz ha dado un paso adelante. Ha sido capaz de ir por futbolistas de renombre como Maxi Gómez y de acudir a mercados interesantes como el francés, de donde llega Kouamé.
Está claro que Javi Hernández ha sido un gran acierto. Su rendimiento es bueno desde el primer día y la sombra del Pacha Espino va desapareciendo. Todavía hay que ver lo que ofrece Lucas Pires, que ha tenido pocos minutos hasta el momento.
Darwin Machis tuvo un inicio dubitativo, pero ya hace goles a pares. Vino para ser ese jugador capaz de desequilibrar y está empezando a hacerlo. De Maxi Gómez se debe esperar mucho más, pero sólo ha jugado un par de ratos. Teóricamente es una apuesta segura que debe verse en el campo.
La plantilla del Cádiz se reforzó de una manera importante en el mercado de enero de la campaña anterior. Daba la sensación de que la buena base que había elevó su nivel con gente como Escalante, Roger o Chris Ramos y ahora han llegado seis refuerzos que le van a dar todavía más opciones a Sergio.
Las ventas de Bongonda y Osmajic han sido provechosas para un club que sabe moverse muy bien y con mucha paciencia. Han salido jugadores que no contaban como Diarra, Raúl Parra, Mabil y Alarcón y queda un bloque con muchas alternativas para que el entrenador tenga mucho donde elegir.
Se ha logrado la renovación de Iza y de Conan Ledesma y también continuará Meré. Finalmente Momo no saldrá, a pesar de haber tenido alguna opción en las últimas horas. Lo que queda es que los recién llegados aprendan a competir tan bien como los que ya estaban.