La historia, al menos con Kike Salas, se vuelve a repetir. El Sevilla vuelve al mercado de fichajes con nombres como los de Fernando Reges decidido a salir, y con la obligación de buscar un sustituto, y con una multitud de jugadores que no tienen nada claro que su destino a partir de principios de febrero esté en el Sánchez-Pizjuán. El central, como sucedió hace un año, como sucedió hace meses, vuelve a colocarse en la lista de espera.
Siempre pendiente del club. Desde el pasado año, que se marchó cedido al Tenerife, Kike Salas y su entorno han dejado claro que sus cesiones se cerrarían siempre de la mano del Sevilla y que si la entidad les necesitaba, ellos apostarían por Nervión.
Así fue en verano, cuando pasó de ser el primero en acordar los términos para salir y acabó siendo el último de la fila, en cuanto a centrales se refiere, con la llegada de Sergio Ramos.
La valentía, la insistencia y el trabajo del central, eso sí, le permitió dar saltos, adaptarse al carril izquierdo y acumular, hasta ahora, nueve partidos disputados, más de lo que han jugado Marcao, Nianzou y Gattoni... juntos.
Con la llegada del mercado invernal, por enésima vez, desde Tenerife insisten con el acuerdo jugador-club canario para cerrar una cesión, pero será el Sevilla y su entrenador (no sabemos aún si será Diego Alonso o quizás otra figura) los que decidan su destino.
Si Fernando sale, la puerta del mediocampo podría volver a abrirse para Gudelj y, en estas, sumando los problemas físicos de Nianzou, Marcao, Acuña y la desconfianza en Gattoni, el club podría pedirle a Kike Salas que siguiese para sumar más minutos.
Kike Salas se quedaría por detrás, en teoría, de Badé y Ramos, y pendiente de la evolución física de sus rivales, además de poder dar descanso a Pedrosa-Acuña (que también podría salir) si fuese necesario. Sin embargo, por enésima vez, sería tirar la moneda a la espera de oportunidades.
En Nervión se avecina un invierno muy movido y Kike Salas, otra vez, vuelve a la casilla de salida.