El mercado de fichajes del Cádiz se ha cerrado. Tres operaciones con las que el club amarillo está convencido de haber mejorado de cara a lo que resta de campeonato. Si en mercados invernales del pasado había optado por jugadores conocidos y con experiencia en España como Lucas Pérez o Roger, en este caso de los tres fichajes sólo uno responde a ese perfil.
Juanmi es el que más contenta ha dejado a la afición del Cádiz por ser un futbolista que dejó un buen sabor de boca en su paso por el Betis. Hay muchas esperanzas en que pueda recuperar un buen nivel de amarillo y tendrá la ocasión desde este mismo fin de semana.
Las otras dos incorporaciones son apuestas del club. Obviamente, los informes que se tienen tanto de Samassekou como de Ousou son muy buenos y existe confianza en que, a pesar de no haber estado nunca en LaLiga española, puedan ofrecer un buen rendimiento a corto plazo.
Son opciones algo más arriesgadas en un principio. Los más optimistas se acuerdan de Jens Jonsson como un desconocido que rindió a un gran nivel y los pesimistas comparan estas operaciones a las de Haroyan o Youba Diarra. Lo más sensato es esperar a verlos en acción antes de realizar un juicio sumarísimo.
Sobre todo en una temporada en la que cuando se cerró el mercado de verano había casi unanimidad en que se habían hecho muy bien las cosas en el apartado de fichajes. Después algunos refuerzos no han funcionado y ahora uno de los objetivos de Pellegrino es conseguir que jugadores como Maxi Gómez o Machis ofrezcan lo que se espera de ellos.
La salida de José Mari es dolorosa en el plano sentimental para los aficionados amarillos por lo que supone en la historia del club, aunque en esta temporada su presencia era testimonial. Algo similar sucede con Negredo, un jugador que ha sido importante desde el último ascenso y que ahora no estaba teniendo protagonismo.