Mason Greenwood suele entonarse ante equipos de postín. No se esconde cuando llegan las citas más importantes y el jugador del Getafe, una de las revelaciones de LALIGA EA Sports y el fichaje más jugoso del año, tendrá otra oportunidad para lucirse este sábado en un escaparate como es Montjuic y ante un equipo de nivel global como el Barcelona. Precisamente, los culés son uno de sus posibles destinos para la próxima temporada junto al Atlético de Madrid.
De momento, varias de las mayores exhibiciones que ha dado Greenwood esta temporada han sido en escenarios de primer nivel. El césped de estadios como el Cívitas Metropolitano (Atlético de Madrid), el Ramón Sánchez Pizjuán (Sevilla), San Mamés (Athletic) o el Benito Villamarín (Betis) se convirtieron en su jardín particular.
Otros como el Bernabéu o Montilivi se salvaron de las diabluras del extremo inglés, aún muy verde en los primeros compases del curso. Cuando firmó su cesión al Getafe procedente del Manchester United el último día del mercado, llevaba meses sin entrenar con el conjunto inglés, que en marzo de 2023 le apartó por completo de su disciplina pese a que la policía retiró los cargos de intento de violación, agresión y comportamiento controlador con su pareja.
Greenwood tuvo que hacer una mini pretemporada antes de convertirse en un fijo de las alineaciones de José Bordalás, que poco a poco fue dando continuidad a uno de los jugadores más desequilibrantes de toda la Liga. Y es que, Greenwood es de los hombres del torneo que más regates intenta y que más dispara a portería después de driblar a un contrincante.
Eso lo pudieron comprobar en sus carnes desde el palco del Cívitas Metropolitano, donde los dirigentes atléticos quedaron asombrados con las habilidades de un jugador que durante 90 minutos volvió loca a la defensa rojiblanca para dirigir al Getafe hacia un espectacular 3-3.
Greenwood también dejó jugadas increíbles en el Benito Villamarín, donde el Getafe acarició la victoria (1-1) gracias a la verticalidad y el regate del atacante británico. Igual que en el Ramón Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla cayó 0-3 con otra exhibición de Greenwood.
La realidad es que al Getafe le ha caído del cielo a un jugador inalcanzable para sus posibilidades. Tal vez está disfrutando del futbolista con más calidad que ha pasado por el club desde que ascendió a Primera División en 2004 y sus opciones de retenerle la temporada que viene son escasas.
Primero, porque sus actuaciones han llamado la atención de equipos de un nivel superior y, para un jugador de tanta clase y proyección, su precio podría ser insignificante. El Manchester United podría deshacerse definitivamente de él por una cantidad cercana a los 20-25 millones de euros y equipos como el Atlético de Madrid o incluso el Barcelona suenan como posibles destinos para el británico.
Su valoración anterior al episodio conflictivo con su mujer era de 50 millones de euros, según el portal especializado en fichajes Transfermarkt. Ahora, su valor de marcado es de 7,5 'kilos', una cantidad ridícula para todo lo que puede ofrecer Greenwood sobre un terreno de juego.
Y es que, antes de que fuera apartado de la disciplina del Manchester United, era la joya de la corona del conjunto inglés. Era un futbolista de chaqué en la Premier. Un extremo veloz (llegó a registrar una velocidad de 37,6 kilómetros por hora, la más alta de la historia del United), ambidiestro y con gol.
Esta temporada en el Getafe suma siete tantos, pero con el Manchester United llegó a marcar 17 en la temporada 2019/20 con tan solo 19 años. Como dijo Bordalás una vez, "es un pepino de jugador". Eso, parece irrefutable. Y este sábado, en Montjuic, intentará demostrarlo otra vez. Sin duda, Greenwood se encuentra ante otro escaparate de postín para subir un caché que parece no tener techo.