Predecir fichajes o movimientos en el Sevilla, dada la revolución que llega al Sánchez-Pizjuán, es una auténtica lotería, pero lo que sí parece evidente es que Víctor Orta, encargado en materia de fichajes blanquirrojos, deberá ser mucho más imaginativo en la que será su segunda temporada al mando de la secretaría técnica. Para ello, diez años después, el conjunto de Nervión podría volver al mercado de LALIGA Hypermotion, al mercado de la Segunda División.
Sin posibilidad de ejecutar grandes opciones de compra, sin posibilidad de prometer grandes salarios y sin posibilidad de pagar grandes traspasos. Así llega el Sevilla al mercado de fichajes veraniego tras dos años pésimos en LALIGA EA Sports y sin competición europea prevista para la temporada 2024/25.
Ante dicha situación, Víctor Orta y su equipo ya han decidido que serán muchísimas las salidas que se darán, y muchas, evidente, deberán ser cubiertas con jugadores más "eficientes", es decir, que consuman menos salario, pero que rindan igual o mejor que los actuales.
Para ello, el encargado en materia de fichajes podría acudir al mercado de LALIGA Hypermotion. La categoría de plata siempre ofrece interesantes opciones a bajo coste, aunque el salto de la Segunda a la élite, evidente, es un riesgo que se debe asumir.
El gran éxito, el gran ejemplo, es Vitolo. El ahora repudiado jugador del Atlético de Madrid llegó a Sevilla sin presión, tras un temporadón con Las Palmas y por poco más de tres millones de euros. Pocos años después, y tras firmar temporadas notables, se marchaba por 35 kilos al Atlético de Madrid (sin olvidar toda la polémica que vivió). Una operación brillante.
El fichaje de Vitolo se firmó de cara a la 13/14, llegando casi de la mano de Jairo Sampeiro, futbolista que descendió a la Segunda B (por entonces) con el Racing, pero que también dejó unas sensaciones magníficas en la categoría B.
Su rendimiento no fue tan bueno, tampoco dejó tanto dinero, pero el habilidoso extremo sí dejó un primer tramo de competición espectacular, ayudando al equipo a superar rondas de aquella Europa League que acabaría levantando.
Un año después, la última vez que el Sevilla acudió al mercado de plata español, llegó Barbosa, meta que ocupó el rol de segundo portero en el Sánchez-Pizjuán y que apenas disputó dos partidos con la elástica blanquirroja. Él fue el último.
Donde sí ha estado más activo el Sevilla ha sido en cazar buenos jugadores en los equipos recién descendidos. En España, el último ejemplo es Adriá Pedrosa, futbolista que llegó libre desde el Espanyol y que este curso ha cumplido con nota siempre que le han necesitado.
En la misma situación llegó Dmitrovic, que había cumplido hasta el pasado curso, Pablo Sarabia, que llegó tras bajar con el Getafe y firmó unas temporadas impresionantes en Eduardo Dato, Sergio Arribas (Osasuna) y, evidente, Bono, futbolista que venía como cedido del Girona, con el cartel de 'portero de Segunda' y acabó convirtiéndose en uno de los mejores de la historia del Sevilla.
En esta situación nueva para el Sevilla, Orta deberá tirar de ingenio, de oportunismo y de acierto. En LALIGA Hypermotion, o en los rivales que desciendan, el Sevilla podría encontrar su próximo gran movimiento.