Marcelino quiso fichar a Iker Muniain en el mercado de invierno
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El jugador no quiso abandonar el equipo en mitad de temporada
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Ambos mantienen muy buena relación desde que coincidieron en el Athletic
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El mensaje de Marcelino al Athletic en un día feliz: "Me alegro de corazón"
La consecución del título de Copa del Rey ha convertido en histórica la temporada 23/24 para el Athletic Club. Los rojiblancos vencieron en la final al Mallorca y levantaron el trofeo 40 años después, algo que dio pie a una multitudinaria celebración que se prolongó durante muchos días y de formas muy diversas. También dio paso a un buen puñado de festejos que no se olvidan. Entre ellas, la de un ex del club muy querido como es Marcelino García Toral. El ahora míster del Villarreal se alegró mucho de la conquista de su exequipo, en el que ya quiso pescar en el pasado mercado de invierno. Sus intenciones giraban entorno a la figura de Iker Muniain.
Tal y como ha informado El Correo, Marcelino se interesó en el fichaje de Iker Muniain para el Villarreal recientemente. En concreto, en el pasado mercado de invierno. El técnico, que dirigió al jugador durante su etapa en el Athletic, tanteó las opciones que tenía de incorporarlo, pero la respuesta del jugador fue negativa: no saldría del club de su vida a mitad de temporada.
La buena marcha del equipo, sumada a las opciones que tenían de seguir avanzando en la Copa del Rey, fueron también determinantes en la decisión de Muniain, un jugador de club que soñaba con levantar este trofeo con el Athletic. Y se hizo realidad.
Marcelino y Muniain compartieron vestuario en el Athletic los dos años en los que el técnico estuvo en el banquillo de San Mamés. Dos años muy buenos en los que el equipo levantó una Supercopa de España. Un periodo de tiempo en el que fraguó una gran relación entre el míster y el veterano jugador athleticzale. De ahí buena parte de su interés.
Muniain, exultante en la celebración
Iker Muniain no ha sido uno de los jugadores más destacados de la temporada del Athletic. Entre otras porque su veteranía va dejando paso ya a otros hombres. Pero sí es un futbolista de vestuario y sí tuvo minutos en la final de Copa, la cual disfrutó como un niño pequeño una vez concluyó el encuentro.
Él fue el encargado de recoger el trofeo de manos del Rey y de levantarlo al cielo de Sevilla. Luego llegó la celebración con el equipo en el terreno de juego de La Cartuja y la celebración por todo lo alto.
Fue la voz cantante en la Gabarra, en el hotel de concentración durmiendo con la Copa en la cama y en momentos emotivos como el reconocimiento al conductor del autobús del Athletic o los cánticos por las calles de Bilbao en aquella fiesta nocturna improvisada.
En definitiva, un futbolista que ha disfrutado de lo lindo con esta conquista y que por nada del mundo tenía pensado salir en el mercado invernal por mucho o poco que estuviera jugando. Un hombre de club.