El FC Barcelona necesita un pivote para la próxima temporada. Durante la temporada Oriol Romeu no ha funcionado y tanto Joan Laporta como Xavi Hernández quieren ir al mercado para tener un jugador de talla mundial que solucione uno de los más frágiles del equipo.
Hasta ahora la directiva baraja infinidad de nombres con Josua Kimmich como el favorito de todos por su larga trayectoria en la élite y su polivalencia en el campo, pero en el horizonte ha vuelto un futbolista que gustó mucho al Barça hasta no hace mucho y que se ha postulado como una opción real de fichaje: Marco Verratti.
El mediocampista italiano llegó a Arabia Saudí este verano por 45 millones de euros pero, una temporada después, su intención es volver a Europa y el Barça es el club en el que desea volver a la élite, llegando incluso a ofrecerse al club azulgrana para que realicen la operación por él, según informa Mundo Deportivo.
A pesar de que es titular indiscutible en el Al-Arabi, cuarto equipo de segunda división del fútbol árabe, el italiano no está disfrutando del fútbol y con 31 años considera que aún puede demostrar mucho en la élite. Además conoce de primera mano las necesidades del Barça, que pujó muy fuerte por él en verano de 2017 pero el PSG le cerró la puerta a negociar con los culés.
Ahora el escenario ha cambiado y no tiene obstáculos que le impidan marcharse más allá de lo que renunciaría en términos de salario. Venía de ser uno de los que más cobraba en París y en el conjunto saudí es el que más gana del equipo, por lo que tendría que renunciar a mucho dinero si quiere fichar por la entidad azulgrana.
A pesar de que Verratti es un jugador que siempre ha gustado en el Barça, los años han pasado y quieren ser cautos con el fichaje del pivote. En un equipo que se está armando con la juventud por delante, fichar un jugador que ha superado la treintena de edad y que lleva un año apartado de Europa genera muchas dudas en el staff.
Eso hace que no sea la opción favorita por el momento, teniendo por delante a Kimmich o Martin Zubimendi. La única posibilidad de ponerse en el foco sería dar un paso públicamente o forzar su salida garantizando que estaría dispuesto a amoldarse la crisis financiera del Barcelona. Verratti se añade a la lista pero, a diferencia de hace siete años, el interés ya no es tan fuerte.