Uruguay, el escaparate de Ocampo en un verano imprevisible: su relación con el Cádiz

El futuro de varios jugadores del Cádiz parece claro. Todo apunta a que Ledesma y Chust pueden salir, aunque el club en ningún caso los va a regalar. Si no llegan buenas ofertas se marcharán cedidos por las cláusulas que están reflejadas en sus contratos. También podría marcharse Chris Ramos si el Grupo Pachuca abona los 10 millones de su cláusula de rescisión.

Pero a día de hoy es una incógnita conocer qué sucederá con Brian Ocampo. El uruguayo tiene contrato con el Cádiz hasta 2026 y viene de vivir una etapa muy complicada, con muchos meses de convalecencia y un largo periodo en el que ya contaba con el alta médica, pero donde le ha faltado la confianza para parecerse al jugador que era antes de su lesión.

En los últimos partidos se han empezado a ver brotes verdes. Pellegrino le dio minutos ante el Sevilla y la UD Las Palmas y ya mostró ese desparpajo característico en él, aunque todavía muy lejos de su mejor nivel. Al menos no renunciaba al uno contra uno, como sucedía en los primeros partidos después de su reaparición. Ya en Almería hizo un buen gol y eso invita a la esperanza pensando en la próxima campaña.

Una etapa ilusionante

Ahora acaba de incorporarse a la selección de Uruguay y es probable que dispute algún amistoso en los próximos días dentro de la preparación de cara a la próxima Copa América. Ha sido monitorizado en los últimos meses por el equipo técnico que comanda Marcelo Bielsa y se le va a dar la oportunidad de reivindicarse en este periodo de prueba.

"Donde todos soñamos estar", ha publicado en sus redes sociales junto a fotos en las que aparece llegando a la concentración del combinado uruguayo. Tendrá que ganarse un puesto y puede ser probado en el amistoso ante México de la próxima semana.  Quizá se pueda revalorizar si es capaz de meterse en la convocatoria final de la Copa América, pero al Cádiz le vendría muy bien recuperar su mejor versión para la próxima campaña.