Williot Swedberg completó este año su segunda temporada como jugador del Celta tras llegar procedente del Hammarby. El sueco, esta vez sí, ha terminado satisfecho el curso, dejando la sensación de crecimiento que él mismo sostiene y que su técnico corrobora. El mediocentro de 20 años, que se encuentra actualmente con Suecia disputando los últimos amistosos antes de la Eurocopa, tiene contrato en vigor hasta 2027. Pese a ello, su nombre se ha vinculado a otros clubes recientemente, aunque parece ser que el propio jugador no hace caso de dichos rumores. Su intención es seguir.
Desde tierras holandesas se hablaba del interés del Ajax en su fichaje. Se trata, sin duda, de unos de los clubes con más historia de su país y también de Europa, aunque atraviesa horas bajas. Sin embargo, estos rumores no distraen a Swedber, que tiene claro dónde quiere proseguir con su futuro: en el Celta.
Tal y como ha explicado en el portal sueco fotbolltransfers, su intención es la de seguir en el Celta y triunfar en Vigo. "Han dicho que quieren retenerme. Y quiero quedarme. Quiero jugar en La Liga, ser titular allí", dijo Swedberg a la par que negaba cualquier tipo de rumor sobre una posible salida.
Swedberg, además, cuenta con la confianza de Claudio Giráldez. Desde su llegada al banquillo del Celta para suplir a Rafa Benítez le ha dado oportunidades y las ha aprovechado. Hasta con goles importantes. Por ello, el míster quiere seguir contando con él en el vestuario.
"Está poniendo el foco en esa mejoría física que tiene que tener. Es un jugador inteligente, con muchos recursos. Tiene mucho margen de mejora. Está teniendo una relación con el gol que es notoria pero yo, en el partido del otro día, destaco su evolución física, que fue capaz de estar muchos minutos concentrado, conectado con unos datos físicos de los mejores de su carrera", dijo Giráldez sobre él en una rueda de prensa.
El idilio de Swedberg va más allá del propio Celta. El sueco, en dos años, ha conseguido aclimatarse a la perfección a Vigo y recibe un cariño especial de la afición. Como se suele decir, cayó de pie entre la hinchada celeste y eso es algo siempre a tener en cuenta.
Por todos es conocido como 'El Kraken', un apodo que Swedberg acepta de buen agrado desde que aprendió el por qué de este mote. "En principio no sabía qué significaba pero me han explicado y bien. Pueden llamarme lo que quieran porque es una afición muy buena", dijo al respecto el jugador en su momento.
Swedberg aún tiene tres años de contrato por delante en los que tratará de seguir creciendo en un club que lo ha situado en el escaparate futbolístico europeo. Todavía tiene mucho fútbol que mostrar y quiere hacerlo en Balaídos.